Descripción de la Exposición
Frente a los futuros distópicos que con tanta frecuencia nos presentan determinadas expresiones del arte actual, las pinturas que Héctor Orruño remiten desde la postura de la pintura expandida, a mundos donde la misma supervivencia de los tejidos parece (casi) imposible. Reconocemos los universos que hemos dejado tras de nosotros por las huellas que un día imprimimos en ellos. Hoy no es tan extraño observar desolación en viejos lugares antes repletos: centros comerciales caídos en desgracia, viejos barrios de oficinas hoy abandonados o intentando tener personalidad en un domingo frío sin hombres, ciudades víctimas de guerras o desastres medioambientales... El hombre ha desarrollado su potencial hasta las consecuencias más extremas, y no le queda sino dejar tras de sí un amalgama de luces y estructuras que entrecruzadas forman fragmentos de una civilización que puede adivinarse pero no recuperarse. Y si el tiempo, una vez fugaz, es un estanque en el que mirar nuestro reflejo, aquí parece detenerse y devolvernos sólo la imagen del vacío.