Asociar la idea de casa con la de invernadero nos lleva a hablar de espacio y architectura. Vista aquí como un espacio de convivencia, una situación que se escribe en la relación. Estos lugares especiales evocan espacios fronterizos, estructuras intermedias habitables que protegen del mundo exterior. Son microclimas, lugares de nacimiento y crecimiento vital, pero también de muerte y regeneración.
Mala hierba resiliente, CasaBanchel surgió hace 10 años en el intersticio urbano de Madrid. Es un lugar de cohabitación generosa, de propuestas alternativas encarnadas de hogar y convivencia.
CasaBanchel cuestiona el espacio domesticado. La casa pone en duda el modelo hegemónico de la familia nuclear, el imperativo alienante de la productividad capitalista, el departamento individual transitorio. Fuera de la crono-normatividad, fuera de la hetero-normatividad.
Fuera de la norma.
Vivir desde esta periferia supone un equilibrio a menudo inestable y a veces frágil.
De acuerdo con el modelo que encarna, CasaBanchel acoge un invernadero, un paisaje...térmico único, en un espacio-tiempo definido: del 2 al 10 de marzo de 2024, en los 150 m2 útiles de la planta baja, invítando también a invadir el resto de la casa.
Un espacio para la especulación y la experimentación curatorial colectiva.
El invernadero proporciona las condiciones para la emergencia de potencialidades críticas y resistentes. Es una interfaz entre el espacio interior, donde las condiciones están reguladas, y el exterior, donde ya nada está controlado. Un espacio paradójico, a la vez natural y artificial, constreñido y desbordante.
Inestable.
Proponemos pensar un invernadero diferente. Un lugar de cuidado y atención a cosas que no estamos necesariamente acostumbrados a tener en cuenta, a presencias a veces invisibles,
a lo que rechazamos,
a las malas hierbas.
Las malas hierbas son plantas de crecimiento rápido, muy fértiles y con una gran capacidad de adaptación y resistencia. Pensamos en ellas como perturbadoras. Sin embargo, la investigación en agroecología ha demostrado el papel esencial de estas plantas indeseables que son el hogar de insectos, polinizadores y microorganismos esenciales para la fertilidad del suelo.
Los artistas echarán raíces e instalarán juntos in situ durante la semana anterior a la inauguración del proyecto. La idea es sembrar semillas que broten, generando nuevos ecosistemas interdependientes, políticos y poéticos, ecologías afectivas y sensibles. Sus gestos se apoderarán del espacio, a veces contaminándose o enfrentándose, otras eclipsándose, o incluso entrelazándose. Como una coreografía orgánica, una arquitectura rizomática que posibilita cambios de perspectiva.
Es una invitación a cultivar colectivamente nuevas posibilidades.
Lista provisional de artistas: Javier Temboury, Ampparito, Yosi Negrin, Luce, Marlon de Azambuja, Elisa Pardo, Elsa Paricio, Josep Maynou, Carlos Aires, Maria Alcaide, Olivia Funes Lastra, Angéla Jiménez Durán, Fer Valenti, Jimena Kato, Clara Sánchez Sala, Simón Sepúlveda y Carle Nadie.
Entrada actualizada el el 13 feb de 2024
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