Descripción de la Exposición
Contrario a la creencia popular, Colombia es un país sin paisajes. Puede ser que el país esté plagado de fascinantes escenarios naturales, pero estos aún deben ser transformados en paisajes nacionales reconocibles. De hecho, si hay un país en América Latina que ha sido fundado en contra de su propia geografía es Colombia, ya que su repertorio nacional está inundado de mitos e historias en los que el territorio imposible ha traicionado o impedido el proceso de construcción de la nación desde los inicios del país. Si uno recuerda, por ejemplo, en la María (1867) de Isaacs, fueron los indomables entornos naturales los que lucharon en contra del cumplimiento de los deseos de los amantes, y en La Vorágine (1934) de Rivera, es la tierra salvaje de los llanos la que lleva al protagonista a la locura.
Entre aquellos mitos los dedicadas al “Paso del Quindío” son particularmente interesantes. Este es, como sabemos, un arduo pero estratégico paso en la Cordillera Central de los Andes en la ruta que conecta Bogotá con Popayán y otras ciudades principales de la región central occidental del país, originalmente utilizado por las comunidades indígenas, y mantenido por los conquistadores españoles que cruzaban la región en busca del oro de los Quimbayas. Y se volvió importante porque, entre todas las posibles rutas que conectaban las dos ciudades principales de los inicios del período colonial en la Nueva Granada, este camino era única ruta viable, pues todas las demás estaban obstruidas por cadenas de nevados,
Fueron estos mismos conquistadores españoles los primeros en hacer legendario este camino. A medida que persiguieron el oro, narraron sobre los engañosos terrenos montañosos del “paso”, caracterizados por abundantes “guaduales” o bosques de bambú, llenos de afiladas espuelas capaces de desgarrar pieles y armaduras. Más adelante, ya en el siglo XVIII, los viajeros de las expediciones científicas añadieron a la mitología del terreno sus vívidas descripciones de los “cargueros”, hombres-bestia capaces de transportar gente y cargamento directamente en sus espaldas en peligrosos alrededores. Para el momento en el que Alexander Von Humboldt llegó al área, a la vuelta del siglo XIX, y quiso introducirlo al mundo como uno de los más diversos en términos de su flora, el “Paso del Quindío” era tan famoso como difícil de culminar.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España