Exposición en Ciudad Rodrigo, Salamanca, España

Madrid/París. Arte de una época en la Fundación Antonio Campillo

Dónde:

Palacio de los Águila / Juan Arias, 2 / Ciudad Rodrigo, Salamanca, España

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Cuándo:

04 mar de 2016 - 29 may de 2016

Inauguración:

04 mar de 2016 / 18:30

Organizada por:

Palacio de los Águila

Etiquetas:

Escultura Escultura en Salamanca Pintura Pintura en Salamanca

Descripción de la Exposición

La Fundación Antonio Campillo se complace en presentar la exposición: "Madrid/ París. Arte de una época". A través de las obras recogidas en la muestra se construye el relato de este periodo histórico del siglo XX, tan agitado por las grandes guerras mundiales, pero tan prolífico para el arte, donde las influencias corrían en todas direcciones alcanzando a todos los artistas que orbitaban la Ciudad de las Luces, dando lugar a lo que hoy conocemos como Escuela de París. Esta ciudad se convirtió en el centro del deseo de aquellos que buscaban dedicarse al arte, de tal modo que entre los barrios de Montparnasse y Montmartre convivían artistas de la talla de Picasso, Modigliani, Chagall o Bores. La Escuela de París llevará como bandera la libertad, la bohemia y, ante todo, la vanguardia, dando lugar a uno de los ambientes más fértiles para la creación artística que verá nacer prácticamente ... a todos los movimientos de vanguardia. La presente muestra supone la vuelta a Ciudad Rodrigo de uno de sus más célebres personajes: Celso Lagar. De familia ebanista, se inició trabajando en el taller de su padre donde cultivaría el gusto por la escultura que le llevará a estudiar en Madrid, Barcelona y París, empapándose de las nuevas tendencias y modos de ver, introduciendo de este modo la Vanguardia en España con su planismo, que será una simplificación de los volúmenes del cubismo, quedando sólo lo primitivo en superficie del cuadro. El hecho de que la mayoría de los artistas europeos emigrasen a París en busca de aprendizaje y fortuna, provocó entre algunos artistas españoles una cierta necesidad de identidad local diferenciada. Es decir, la búsqueda de la modernidad artística en España. Esto llevará al pintor Benjamín Palencia y al escultor Alberto Sánchez a la creación de la conocida Escuela de Vallecas (cuya definición de la identidad española partía de la interpretación del paisaje), que será el germen de lo que se conocerá después como Escuela de Madrid, integrada por autores como Álvaro Delgado, Menchu Gal, Gregorio del Olmo, o Vázquez Díaz. Los artistas que formaban parte de esta escuela, al igual que ocurría en París, poco tenían en común salvo la búsqueda de la renovación plástica y la residencia de todos ellos en la capital española. No obstante, sí que compartían las temáticas, siendo el paisaje, el retrato y el bodegón las más recurrentes, como se aprecia en las obras recogidas en esta muestra. No será hasta 1951 cuando este grupo alcance su máximo reconocimiento tras la I Bienal de Arte Hispanoamericano en la que Palencia y Vázquez Díaz fueron galardonados, participando el grupo posteriormente en exposiciones por todo el país hasta su completa disolución en 1962. Este escenario de Madrid, que acogió la renovación de la pintura y la escultura contemporánea, se convertirá también en el hogar del escultor de origen murciano Antonio Campillo. Tras breves estancias en Madrid, este maestro del modelado y el dibujo trabajará de manera definitiva en la capital desde 1977 hasta su jubilación, impartiendo clases en la escuela de Artes y Oficios Artísticos La Palma, y regalando a la ciudad piezas tan delicadas como las cantareras que coronan la fuente de la Plaza de España, que permanecen ya en la retina de todos los madrileños. Se trata sin duda de uno de los más grandes escultores que ha dado el siglo XX español. Su trato de la madera, el barro o la escayola comprendía una sensibilidad que sólo a unos pocos privilegiados les ha sido otorgada, capaz de hacer que sus esculturas rebosen vida y movimiento. Una escultura humana no sólo en la representación de figuras, bustos o cabezas, sino humana en su plasticidad que apela al recuerdo de las formas maternas, de los gestos infantiles o de situaciones vividas por todos en algún momento de la vida. Una escultura cercana, de alma mediterránea, y a la vez universal. Sarah Serrano Historiadora de Arte

Imágenes de la Exposición

Émile François Chambon (1905-1993), Femme á sa toilette, 1957, Óleo / cartón: 41 x 31 cm.

Entrada actualizada el el 03 mar de 2016

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