Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Lynne Cohen (Racine, Wisconsin 1944) inicia su carrera en 1971 fotografiando interiores en blanco y negro y busca desde el principio una imagen directa, anónima y lo más neutra posible. A lo largo de toda su trayectoria, sus obras conservan elementos básicos que son propios de su estilo. Todos tienen una cierta impresión de anonimato y neutralidad y resultan en cierta medida amenazantes, pero contienen asimismo una importante carga irónica y crítica, propia de la artista. Estas características son llevadas a una nueva dimensión en el momento en que empieza a hacer uso del color. En los años setenta su interés se centra en el artificio psicológico y sociológico en el que vivía la clase media americana en auge y por ello fotografía principalmente espacios domésticos, salas de estar, oficinas, salas de reuniones, clubes de hombres, y salones de belleza. En la década de 1980, Cohen da un paso más y se interesa por los mecanismos de control y manipulación de la sociedad y así comienza a dirigir su objetivo hacia instituciones más autoritarias, como laboratorios, centros de formación, aulas y campos de tiro. En los 90 empieza a fotografiar fábricas y balnearios y a partir del año 2000, sin cambiar el tipo de espacios que retrata, se lanza a utilizar el color en sus obras. Lynne Cohen fotografía los espacios tal como los encuentra, no se modifican de ninguna manera y aunque los espacios realmente existen se podría tener la impresión de estar viendo una puesta en escena. La gran escala de sus fotografías invita al espectador a entrar en la imagen, escudriñarla y sacar su propia interpretación de la misma. En ninguna de ellas aparecen personas; la artista dice que no sabría dónde colocarlas, sin embargo sus fotografías están llenas de una persistente presencia humana. Cohen trabaja con una cámara de 8x10 pulgadas, que le permite, tal y como ella misma afirma, dominar el plano de la lente y el de la película, lo que le facilita tener un control absoluto sobre la imagen, cuidar la composición y producir obras de gran nitidez y claridad. La fotógrafa utiliza una luz plana, apuesta por la simetría y el distanciamiento del objeto. Asimismo, trabaja con una película sensible, con exposiciones largas y con una abertura de diafragma pequeña, lo que le permite obtener una gran profundidad de campo. Con los años, sus obras han ido tendiendo a la monumentalidad, a lo escultórico, efecto acentuado por elección de marcos de diversos materiales salpicados de colores, que mimetizan las texturas de algunos elementos de la fotografía. La exposición Esta exposición pretende mostrar por primera vez en España el conjunto de la obra de Lynne Cohen y narra, a través de 86 fotografías, un relato que va cambiando sutilmente: desde su interés en los años 70 por la cultura popular americana -a través de interiores domésticos o públicos- hasta los lugares de entrenamiento y laboratorios de ingeniería social que la artista fotografía en las décadas de los años 80 y de los años 90 y los Spa's que son objeto de su obra a finales de los 90 y principios del siglo XXI. El recorrido permite reconocer cómo desde sus inicios la artista ha utilizado las mismas estrategias formales basadas en la neutralidad. Sus fotografías se construyen en la simetría, con una amplia profundidad de campo que no jerarquiza los espacios ni los detalles. Es precisamente ese falso anonimato, esa descripción aparentemente neutra -similar al de las imágenes de las postales o a los informes anuales de ciertas empresas- lo que despliega una gran potencia irónica y crítica en sus imágenes que, literalmente, 'hablan por sí mismas.' La evolución del trabajo de Lynne Cohen, a lo largo de estos cuarenta años, es muy sutil y debemos buscarlo en el interior de la artísta, en su práctica fotográfica. Así reconocemos una suave evolución que va del blanco y negro al color y de un encuadre más cercano a los objetos, a uno más duro. Asimismo encontramos en sus imágenes una clara referencia a la sociedad del control y de la vigilancia. Su obra se convierte en un testimonio fundamental para entender la complejidad actual de ciertos entornos construidos, de una arquitectura muchas veces cotidiana pero que domina nuestros hábitos y nuestras relaciones. Cohen ha situado su trabajo entre Jacques Tati y Michel Foucault. Ahondar en ese desplazamiento es lo que pretende mostrar esta exposición: desde una crítica irónica de la modernidad a una aproximación lúcida y comprometida de una contemporaneidad basada en el control absoluto de los cuerpos y de sus acciones. 'He estado preocupada por las estrategias formales al menos desde 1971 cuando empecé a hacer fotografías. Me pareció entonces, como lo hace ahora, que mediante el empleo de recursos formales, de un modo sencillo podría tratar temas complicados, que se podrían introducir en el espectador de forma subliminal en lugar de golpearlos con un impacto súbito. Más concretamente, parece que el más silencioso, más sobrio, incluso anónimo aspecto de mis fotos podría ser el más convincente. De hecho me llamó la atención como que el más simple de los medios de recuperar o documentar una parte del mundo, podría ser la mejor posibilidad de que la quintaesencia del sujeto saliese a la superficie (asumiendo que existe una)'.
Esta exposición, compuesta por 86 fotografías, muestra por primera vez en España el conjunto de la obra de Lynne Cohen (Racine, Wisconsin, 1944) que lleva casi medio siglo en la vanguardia de la práctica fotográfica. En su obra, se pueden recorrer los interiores de los lugares que la artista ha ido encontrando durante su carrera, empezando por espacios íntimos -como las salas de estar de sus vecinos-, pasando por salones de baile, clubes privados, aulas y spa´s hasta llegar a espacios de acceso restringido, como las instalaciones militares, los laboratorios o los campos de tiro. La muestra narra una historia que va cambiando sutilmente: desde su interés en los años 70 por la cultura popular americana -a través de interiores domésticos o públicos- hasta los lugares de entrenamiento y laboratorios de ingeniería social que la artista fotografía en las décadas de los años 80 y de los años 90 y los Spa s que son objeto de su obra a finales de los 90 y principios del siglo XXI. En ninguno de estos espacios Cohen fotografía a personas ya que la artista argumenta que no sabría dónde colocarlas. Sin embargo, se ven claros indicios de la presencia humana, ya sea en la perfecta simetría de la colocación de elementos ornamentales de obras como Living Room, Racine, Wisconsin (1971), o en las manchas de las balas de pintura que aparecen en la obra en Untitled (Balloons) (2007).
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España