El proyecto expositivo de Beatriz Sola, plantea una puesta en imagen de una sinfonía de colores, que pone en juego la relación de la pintura con la fotografía. La obra "Luz y Papel, espacios de confluencias", tiene su génesis en una búsqueda fotográfica que cuenta con un estudio de los espacios como proceso de observación de diferentes ases lumínicos, tanto artificiales como naturales, que interceden sobre diversos formatos de papel. El resultado de este proceso de investigación, lo plasma a través de diferentes técnicas donde interpreta y representa su obra. Beatriz Sola pone en cuestión esas fronteras entre fotografía y pintura, entre objeto y representación, cuyos resultados toman lectura como obra autosuficiente y a la vez sensible.