Descripción de la Exposición
Para Andrea Tregear esculpir implica sumergirse en el acrílico, plegar con el fuego el color puro que parece cristalizar en un gas luminoso. La materia es líquida en su proceso de transición hasta la polimerización, quedando las formas puras, transparentes, luminosas, inmunes al cambio. Línea, trapecio, círculo, diagonal, rectángulo. Colores en suspensión. Como la pintora rusa Popova proyectando geometrías en la pared, Tregear cuelga colores impolutos en equilibrio dinámico. La instalación 1 se asemeja a un cuadro suprematista proyectado en la pared con cada pieza de color puro destacándose del otro. El espacio cobra una dimensión suplementaria, atmosférica, de color-luz. Las formas toman posición sin fusionarse, sugiriendo un movimiento posible, concentrando una luz irradiante en formas sólidas.
El amarillo parece escaparse de esta gran instalación y solidificarse en palitos monocromos casualmente colocados al suelo, tan luminoso como un neón de Dan Flavin, o difuminarse en mil nudos colgados uno al otro de forma aleatoria como telaraña fluorescente. Una nube cristalina pende en sus curvas cual lámpara de araña reflejando la luz. En una esquina, la pieza negra va licuando a la manera de las expansiones de espuma de poliuretano del artista francés César, cayendo de la pared al suelo evocando una contaminación plástica o la entropía de la materia.
Mientras la “cultura líquida” diagnosticada por Zygmunt Bauman pulveriza las verdades universales en múltiples micro-sensaciones individuales, los colores etéreos y artificiales recuerdan lo fugaz de la vida y lo eterno del impulso creativo. El trabajo artesanal del acrílico opone la delicadeza de la mano a la versatilidad del material plástico, la fragilidad de la forma fragmentada o derretida a la fuerza del color puro y las superficies lisas, de acabado industrial. Si bien es un proceso catártico, el resultado permanece inmune a la psicología. Los nudos proceden por acumulación y repetición, a modo de un mantra terapéutico. Esas piezas de apariencia tan pulcra y etérea son herramientas de meditación para la artista que ha pasado veinte años sacando el acrílico de su uso industrial, creando muebles, indumentaria, sólidos. ¿Llegará a la curación el espectador?
Patricia Ciriani Espejo
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España