La obra de Lukas Ulmi (Suiza, 1958) desvela la belleza escondida en las formas. El escultor elige objetos incompletos, aparentemente estáticos y sin significado, y los transforma en esculturas auténticas, donde la ingravidez, el movimiento y la poesía se unen sutilmente en composiciones delicadas de hierro. Una lírica narrativa subvierte las ideas de armonía y balance, como si la intervención plástica y volumétrica del artista reinventara de alguna manera el concepto de espacio.
Sus obras tienen una poderosa conexión con la tierra, creando círculos y líneas representando un regreso simbólico al contacto primario, como planetas en continuo movimiento o el armónico flujo energético de la naturaleza. En particular sus obras de la última década parecen invitar al espectador a una contemplación meditativa.
En esta exposición, Ulmi fusiona de modo natural las ideas opuestas de perpetuo y efímero, de la plenitud y el vacío, del todo y el nada. En sus últimas series...de esculturas Maya, Presencia Efímera y Ausencia Presente se inspira a partir de esta idea, jugando con ilusión, falsa percepción, presencia y ausencia.
Sus esculturas y fuentes monumentales han sido exhibidas en numerosas plazas en España y Suiza desde 1998.Su obra ha sido adquirida por instituciones públicas importantes como el Palau de la Música en Valencia. En 1980, Ulmi empezó a trabajar en el estudio de su padre, el escultor Gottlieb Ulmi. En 1984 obtuvo el título oficial de escultor de piedra y al mismo tiempo estudió dibujo en la Schule für Gestaltung en Lausana, y modelación en la Gewerbeschule St.Gallen.
Actualmente vive y trabaja en Valencia.
Entrada actualizada el el 21 dic de 2018
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