Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- El realismo personal de Luis Lascurain surge desde la propia experiencia, del ensayo sobre la superficie impoluta. Su recorrido, pausado desde los primeros instantes, se ha visto dirigido en sus momentos iniciales por una de las mejores paletas que ha tenido la pintura vasca, como fue la de Simón Arrieta. Formado estrictamente desde la arquitectura heredera del racionalismo vasco y rodeado de un ambiente plástico que ha sido el que se ha desarrollado en la localidad bergaresa, todo ello, ha derivado en un trabajo especialmente personal e intimo. Lascurain es un hombre que ha surgido de las vanguardias que dieron cuerpo al arte vasco ya mediado el siglo XX, esencia, que las nuevas generaciones han pasado de largo y se nota en sus trabajos; hoy muchos han perdido la particularidad precisa del dibujo, algo elemental diría yo. Sin el asfalto habitual, hubiera sido imposible encontrarnos con unos resultados donde lo urbano se convierte en el componente indispensable para iniciar una línea creativa claramente definida, que se mezcla con otros modelos. Por eso, podemos ver en el trabajo de este artista la necesidad natural que algunos de los elementos que nos encontramos en el mobiliario urbano de una ciudad, se conviertan en modelos estáticos, que toman vida propia sobre la superficie del lienzo. Algo tan sencillo como son las tapas de registros o alcantarillas, enmarcadas en el asfalto o por los adoquines, solas o acompañadas de otros elementos que incívicos ciudadanos aportan diariamente al trajín cotidiano. Eso son simplemente los modelos que Lascurain transporta con delicadeza, pero llenos de fuerza expresiva, tomando vida lo que solo es naturaleza inerte. Lo estresante que para algunos nos pueda parecer el hábitat elegido, sin duda se suaviza cuando el modelo lo busca dentro del habitáculo de la propia arquitectura, es como una necesidad imperiosa, pero igualmente sorprendente. Por eso, tenemos que pasar del continente al contenido habitual de los edificios, para encontrarnos con los objetos necesarios que utiliza en sus composiciones más íntimas. Ese paso de lo exterior a lo interior, convierte a Luis Lascurain en el pintor que todos podemos ver, diferente, pero envuelto por una técnica, oficio se definía en otras épocas, por el que destaca su trabajo. Salta claramente de la dureza urbana que despliega su mobiliario, al misticismo íntimo y poético que nos puedan ofrecer unos libros, cerámicas o algunos otros elementos cotidianos; son objetos que se transforman de forma natural en esas esencias que contrastan con todo lo anterior, marcando una diferencia. Todo ello se convierte en el motivo destacado que se puede apreciar en cualquiera de sus exposiciones, sin ellos, no podríamos considerar lo que su obra encierra en su conjunto; la interpretación que el autor hace del material, ese modelo que para muchos pasa desapercibido a causa de la vorágine estresante que todo lo urbano nos ofrece, se transforma en esencia indispensable para un trabajo artístico. Este camino creativo ha tardado su tiempo en ser recorrido, paso a paso, el pintor ha llegado, ya hace tiempo, a los desenlaces que hoy podemos apreciar desde la cómoda óptica del espectador para sacar nuestras propias conclusiones. Podemos hablar de la modernidad sobre lo clásico, de lo cotidiano como elemento de composición, todo ello para entrar en una dinámica donde el paisaje adquiere a pesar de su dureza, una atmósfera particular que sin perder su esencia marca un estilo. Lo urbano como paisaje, es decir lo cotidiano, puede llegar a ser una fuente inagotable. Un caudal inacabable como la historia y la evolución de las ciudades nos ha dejado en el tiempo, Luis Lascurain aporta esa crónica visual que retrata una parte de ese espacio que señala una época, una cualidad de los utensilios de una urbe de comportamientos desiguales, que evoluciona por si misma y queda atrapada por la retina del pintor.
El interés de Luis Lascurain por la Pintura arranca en el año 1964, desde entonces acude a estudios locales de Pintura y Dibujo. Más adelante, en su trabajo profesional (Arquitecto Técnico), a través de la geometría descriptiva, desarrolla una aguda visión espacial. Expone su obra desde 1983 ininterrumpidamente en Guipúzcoa, Vizcaya, Vitoria, Logroño, Navarra, Huesca. Con esta muestra en EME 04 se estrena en Madrid y para 2010 tiene previsto D&G ART DESING GALLERY MIAMI.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España