Luis Feito. Obras de 1955 a 1961

Exposición / Ansorena / Alcalá, 52 / Madrid, España
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Cuándo:
28 ene de 2020 - 03 mar de 2020

Inauguración:
28 ene de 2020 / 20:00

Precio:
Entrada gratuita

Organizada por:
Ansorena

Artistas participantes:
Luis Feito

ENLACES OFICIALES
Web 

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Etiquetas
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Descripción de la Exposición

Ansorena Galería de Arte comienza el año con la inauguración de la exposición Nº 300 dentro de su trayectoria, emprendida en 1986. Una exposición muy especial que cuenta con la presencia de uno de los maestros vivos de la Historia del Arte de nuestro país, Luis Feito (Madrid, 1929). La muestra consta de un total de 26 pinturas ejecutadas por el artista entre 1955 y 1961. La mayoría de las obras coinciden en el tiempo con El Paso, uno de los movimientos de vanguardia más importantes en la España de la segunda mitad del S XX. Sus integrantes, entre los que Feito figura como uno de sus indiscutibles protagonistas, supieron conjugar el peso de una identidad artística tan singular como la española con las inquietudes vanguardistas del momento, el informalismo y el expresionismo abstracto, llegando a tener una gran repercusión internacional. El Paso tuvo una duración breve, pero supuso una profunda renovación, y el arte posterior, en gran medida, se definió con respecto a él. Luis Feito comienza su trayectoria en los primeros años cincuenta, tras una breve etapa figurativa comienza a adentrarse en el campo de la abstracción, a través de una abstracción geométrica y un califrafismo impregnado de connotaciones líricas. Contribuye a la actividad de El Paso desde París, donde se había marchado en 1953. En las pinturas presentes en la exposición ha reducido su paleta a una gama esencial -blanco, negro, gris, ocre y rojo- rasgo que se consideró como una de las formas definidoras de un modo español de entender la pintura Otra. Feito aplica este color con materia, la inclusión de arenas en la pasta de óleo es absolutamente protagonista en este periodo, generando relieves de carácter casi escultórico. La materia es aplicada sobre el lienzo a través de un gesto irrepetible, que evidenciaba su actitud frente a lo establecido: Yo quería que la pintura tuviera un valor por sí misma, que no ilustrara nada. En el momento en que la pintura existe ya dice todo lo que tiene que decir.

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