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Caja Mediterráneo presenta en la sala de exposiciones El Jardín de Molina de Segura la exposición 'Luces y sueños' de Pérez Casanova. Una muestra en la que el pintor cartagenero presenta por primera vez una colección de desnudos femeninos, que arropa con sus ya famosos paisajes urbanos y bodegones de naturalezas muertas. En total, 57 obras que se podrán visitar hasta el 19 de noviembre en Molina de Segura.

La muestra, que ha sido inaugurada por el presidente territorial de Caja Mediterráneo, Ángel Martínez, y el alcalde Eduardo Contreras, recoge ... las últimas creaciones de Pedro Diego Pérez Casanova en las que el artista introduce el desnudo femenino. Asegura que siempre ha hecho mucho retrato, especialmente al principio de su carrera, pero 'nunca lo había sacado a la luz'. Según Pérez Casanova, a la hora de pintar estas obras 'me he inspirado tanto en modelos reales como en otros frutos de mi imaginación'. Y como siempre sus paisajes urbanos son brumosos con tendencia a la lluvia, en los que los colores se van distribuyendo en gamas muy graduales.

Ángel Martínez explica que Caja Mediterráneo ha querido patrocinar esta exposición porque 'nuestra Obra Social siempre se ha apostado por la difusión de la cultura y por apoyar a los artistas locales'. En este sentido, señala que, a pesar de su juventud, 'este pintor cartagenero tiene ya un currículum y un saber hacer que le acreditan como uno de los jóvenes maestros de la pintura de nuestra Región'.

El presidente territorial de Caja Mediterráneo invita a los ciudadanos a que se acerquen a la sala El Jardín para conocer esta colección en la que 'Pérez Casanova pinta la realidad, una realidad cargada de una fuerte dosis de fantasía creativa. Nos ofrece espacios para la contemplación, pero también nos descubre esos puntos de vista, donde el pintor ha colocado su caballete y ha conseguido mostrar aquellos valores que sólo nos descubre la mirada de un artista que se ha sumergido en la vida urbana de una ciudad para entenderla, comprenderla'.

Pedro Diego Pérez Casanova creció entre motores, chapas y pinturas, trabajando en el taller de su padre. Pronto entendió que su sitio no estaba en la mecánica, sino en la pintura. Estudió pintura en la escuela de Artes Aplicadas de Murcia y tuvo sus primeros contactos pictóricos con los cartageneros Juan Pedro Esteban y Ramón Alonso Luzzy. Este último fue esencial en la formación de Pérez Casanova. En 2005, es cuando Pedro Diego decide dedicarse exclusivamente a la pintura.