Acostumbrado a utilizar su propio cuerpo de modelo para sus fotografías Sourrouille declara que " Plasmar tu imagen es hacer una obra autobiográfica, es hacer una referencia de ti mismo. Tú eres el referente y el límite de tus ideas. Además, si quieres utilizar el cuerpo como una herramienta para tu trabajo, lo mejor es usar tu propio cuerpo".

En cuanto a la serie de autorretratos con animales disecados, para el artista " Se trata de domesticar el lado animal de lo humano" y añade "tomo de los animales las actitudes que veo en los humanos. Son como un espejo de las personas". El propósito es presentar algunas conductas, habituales en los animales y a menudo asimiladas por los humanos. Su forma de mirar, sus caricias y abrazos hablan tanto de la ternura como del amor, de su deseo y de su ausencia. Esta serie forma parte de un trabajo secuencial ... en torno a las redes afectivas surgidas gracias al amor y a la amistad. Un tema recurrente en la trayectoria de Eduardo Sourruille y que directamente establece uniones con otros trabajos en los que el autor ha indagado en las relaciones humanas, en las circunstancias y los sentimientos, y en especial, en las emociones que desencadenan los deseos.