Descripción de la Exposición
”En un proceso donde los límites nunca pueden estar trazados de modo estricto o inmutable: el horizonte –objeto de ideal aspiración, fijeza hipnótica en el imaginario de Juan Ramón Fernández Molina– se vuelve entonces borroso; se torna impreciso y la obra se quiebra en un punto cualquiera, por el que sangra o interrumpe su pulso. (...) El que hace arte ha de conformarse con perseguir rastros, tantear las huellas de esta experiencia que no se deja capturar en la forma de ninguna plenitud, sino, precisamente, del fragmento, el rumor, el vestigio, la presencia furtiva y la quemazón hiriente...” (Alberto Ruiz de Samaniego)