Las piezas que componen la exposición 'Los Amantes' son una especie de esculturas próximas a la instalación, de reducida escala, sutiles y etéreas, que a pesar de ello encierran en pocos centímetros una enorme significación. Destaca su enorme presencia -a pesar de estar representadas en su mínima expresión-; su delicadeza y fragilidad -conseguida a través de la perfecta y cuidada combinación de materiales como maderas, papeles, telas, alambres, cables, espejos, plásticos y otros materiales reutilizados-; y su enorme carga emocional -fruto de su contenido, que no es otro que el recuerdo de un momento muy concreto, a veces fugaz, pero siempre especial y mágico.

Santiago Mayo es ante todo un artista visceral, que imprime sentimientos a sus obras, que impone una enorme carga poética a todo lo que hace. Cuando confecciona sus objetos, cuando pinta sus cuadros configurando texturas matéricas ... o cuando escribe se descubre como alguien emocional, sensible, transparente y sincero. Estas cualidades se transmiten a través de sus piezas, que determinan el espacio que las acoge, un espacio objetivo que comparten espectador y obra en un mismo plano. Se establecen vínculos muy fuertes entre las piezas y quién se acerca a contemplarlas, que a través de su aliento puede respirar parte de su esencia, es partícipe de la misma, se impregna de las sensaciones que evocan y hasta puede llegar a 'enamorarse' de ellas, convirtiéndose irremediablemente uno y otro en amantes para siempre...