Descripción de la Exposición Después de siete años Larrondo nos presenta una nueva colección de obras en Sevilla, titulada Lo bello y lo bestia, cargadas —como es habitual— de metáforas sobre la vida y el hombre. Nutrido de recuerdos y de viajes explicita en sus lienzos un sofisticado juego de espejos que desencadena mecanismos insospechados. Encrucijadas metonímicas que van desde el vampirismo a la milonga.
Larrondo se sigue manteniendo fiel a sí mismo, a pesar de las modas y modismos. Su pincel, como una cuchilla, disecciona la realidad para darnos una interpretación inteligente de las ideas que le preocupan. Su pintura se ha aquilatado para expresar, con los mínimos recursos, todo un riquísimo muestrario de potentes imágenes que van desde una simple silueta a la complejidad de un rompecabezas de mármol. No exento de ironía y sarcasmo, traduce la realidad a una cosmogonía propia. Doble lenguaje de apariencia inocente pero que esconde mecanismos perversos que difícilmente se pueden desactivar. Polisemia del óleo y el lienzo que provoca una aparente frialdad de raigambre estetizante, frialdad en el volcán de su pensamiento.
Sobre fondos, habitualmente casi neutros, desarrolla sus provocadoras metáforas; un paseo en las que ellas tienen el protagonismo y en el que se reflexiona sobre la condición de la cultura y su función en la sociedad. Sintaxis privada donde se yuxtaponen todo un catálogo de propuestas abiertas. Un catálogo donde las imágenes quedan ensartadas como en las páginas de una novela que hace referencia a los binomios arte-sociedad, arte-individuo, arte-artista, arte-mercado, en definitiva las relaciones sociedad-individuo. Todo ello da cabida a múltiples interpretaciones, a descifrar el mensaje, o al menos a adivinar su derrotero.
En esta exposición la pieza central es Nosferatu en un evidente homenaje a Murnau, a Herzog, a Klaus Kinski e incluso a Wiliam Dafoe, y la abotonadura de círculos rojos tal vez insinúen los puntos rojos con los que se señala las ventas en una galería, las reglas del mercado del arte. Doble lenguaje e ironía, juegos habituales de Larrondo. El resto de las piezas son una especie de cenefa estrecha que recorre la galería. En estas obras se hace una exploración de las posibilidades representativas de los iconos más terribles, extraídos de nuestro tiempo y de nuestra realidad. Pero con una gran capacidad de seducción y una pátina de belleza.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España