Descripción de la Exposición SERIE LLÚMINA: Patricio Vélez. Variaciones en gris Cuando el sentido habita la sintaxis, cuando allí se abriga y no se aleja, las evocaciones se vuelven difíciles; la fuerza de atracción de la obra nos lleva hacia el interior de lo que llamamos estructura o forma. El trabajo no se desborda a sí mismo y no podemos contar con afectos o narraciones para facilitar su 'lectura'; son obras de arte donde reina absoluto el silencio. Así son los dibujos de Patricio Vélez. Frente a ellos, toda palabra parece excesiva y superflua. El gris-luz que se muestra en todos sus valores y matices -del casi blanco al casi negro- no pierde su individualidad a pesar de las aguadas. Es el mismo y una multitud de grises a la vez. Pero toda belleza debe inspirarnos cuidado, y la de estos dibujos no es una excepción. Es muy fácil ser seducidos por el rigor de su geometría, por sus movimientos, por la fascinación del dominio técnico del artista. Y de pronto nos encontramos envueltos de tal forma en su interior que ni siquiera percibimos cuánto nos entrega, además del encanto. Encantados, estamos poseídos; por esto la necesidad, después del deslumbramiento, de tomar distancia y regresar al pensamiento que se encuentra en ese interior al que fuimos atraídos. Allí, en la forma o estructura, en el silencio absoluto, expone su paradoja: la 'cosa' nos habla. Escucharla no es fácil después del encanto. Pero voy a difundir su secreto. No domino el arte de los narradores y por esto la historia del gris aquí resumida parecerá torpe, pero cuando la escuché tenía todo su sentido. Al hablar no mencionó el negro ni el blanco, et pour cause. Tú me llamas cosa, pero bien sabes que no soy un ente cualquiera. Soy el gris; el propio gris, y si me dibujo en estas innumerables variaciones es porque soy el contrario de todo lo que la imaginación humana me reservó. No soy el residuo de una combustión, lo que quedó después del fuego; tampoco soy recuerdo, ni nostalgia. Soy el color que regula y afina a todos los demás, el primer violín de la orquesta de colores. Por eso es tan difícil hacerme aparecer y reinar solo en la sala. Sé que hay mucha geometría en la aparición que me permitió el arte de Vélez (a pesar de la larga convivencia en el taller, no lo llamo Patricio, mantengo el respeto y él me respeta, así está bien y me gusta), pero no me llames abstracto: soy lo mejor de la materia concreta, por eso algunos piensan que soy neutro, pero tengo un vigor específico y participo activamente donde quiera que esté, que lo digan las nubes de los pintores renacentistas. Aquí, ahora, varío multiplicándome a mí mismo, superponiéndome sucesivamente, como un suave y delicado corte geológico que muestra al mismo tiempo todas las eras de mi existencia concentradas en una historia sin espesor. Vengo de lejos, de muy lejos, aparecí en las cavernas y durante miles de años estuve en el Imperio del Medio; cuánto me gustó estar en los pequeños detalles de los arabescos. Entonces, confieso ahora, tuve celos del azul de Giotto; no era para menos. Pero que yo recuerde, fue el único momento de celos; celos, no, lo que tuve fue envidia. Cézanne me redimió en aquella frase que te gusta tanto citar: 'No se es pintor hasta que no se haya pintado un gris'. Por cierto, los 'dibujos' de Vélez son pinturas, o casi pinturas. Fue más o menos esto lo que el gris de Patricio Vélez me contó. Paulo Sergio Duarte Rio de Janeiro, julio de 2011 SERIE SOL NEGRO: ¿De dónde vienen las imágenes? En R.O. Proyectos presento los dibujos iniciales de la serie 'Sol Negro.' Han pasado muchos años pero recuerdo perfectamente el día y las circunstancias en que vi por primera vez de manera consciente esta imagen, habiéndome cubierto los ojos con las manos para descansar frente a la ventana: allí estaba la pequeña esfera oscura flotando en otra transparente, a su vez circunscrita por la oscuridad. Era como ver el interior del ojo o la visión discurriendo en sentido contrario. Consulté, me informé: es una visión fisiológica producida por el propio órgano de la vista. Nada extraordinario para los especialistas. Al fin y al cabo tampoco para mí, recordé, porque en la infancia, viviendo en el campo, yo me entretenía mirando el sol a través de las tenues nubes que cruzan los Andes. Con los ojos abiertos percibía las mutaciones de una esfera cromática; con los ojos cerrados su transformación en círculos y esferas que podían ser coloridas, incandescentes, o valores de grises entre la luz blanca cegadora y el negro de la noche misteriosa. Cuántas veces vi el sol negro... Si las ondas y partículas de luz entran en el ojo hasta la retina para, inmediatamente, en el cerebro convertirse en la imagen vista, en estos dibujos represento imágenes que se producen por la reacción retardada o instintiva de la retina en la oscuridad -Sol Negro es una de ellas- y que parece que se desarrollan en un 'espacio interior.' Allí se produce un ambiguo juego especular entre lo que percibimos como lo más cercano posible y la vista de lo más lejano. De la misma manera que interior y exterior pueden confundirse. O aparecer como la vista externa del globo ocular. Introyección y proyección. No me extenderé más. Quien mire estos dibujos queda libre en el infinito campo de analogías y metáforas. Finalmente, quiero compartir con el espectador mi enorme interés por el conocimiento del origen de las imágenes, que en nuestro caso son más que el dibujo que las representa: una forma de conciencia fenomenológica. Patricio Vélez Barcelona, Mayo de 2014
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España