La obra de Orjis, principalmente fotográfica aunque con acercamientos claros y contundentes al video y a la escultura, denota una clara preocupación por la confrontación con la naturaleza, como el mismo dice: "La Naturaleza puede ser vista como hermosa y pura, e intrínsecamente buena, pero también como peligrosa y destructiva; un espectáculo de devoradores y devorados".

En este nuevo proyecto, sumamente poético, como denota su título Little black flowers grow, in the sky, sacado de una de las canciones del álbum "Speak of the Devil" de Chris Isaak,

Orjis desvela sus intereses más antropológicos con una estética rica y desconcertante, en la que nos presenta intrigantes personajes y objetos, retratados como seres perpetuos de un imperio ficticio e inquietante.

Imaginado como un choque entre "la historia del arte y la cultura popular... el temor y la lujuria; el pasado, el presente y el futuro", los diversos ... trabajos presentados en "Pequeñas flores negras crecen en el cielo" marcan algo del territorio que a Orjis más le interesa en estos momentos..." En un mundo ficticio y místico, una sociedad bajo tierra,

lucha por crear una conexión con la naturaleza en un mundo en el que se incrementa la destrucción de lo natural como forma de controlarla. La naturaleza aquí es bella y oscura, un peligroso espectáculo entre devoradores y devorados, que aun así todavía permite un punto de iniciación a una experiencia espiritual.