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En sus pinturas, a menudo descritas como retratos psicológicos, el objetivo de Lieverse es generar preguntas en el espectador, creando un diálogo silencioso entre el observador y la figura representada. Por otro lado, el sujeto es aislado de su contexto para ser colocado en una nueva dimensión. Los fondos son inciertos y casi monocromáticos, y los bordes del lienzo no marcan los límites de la historia, dejando totalmente abierta su interpretación. 'A veces hay un color 'perdido' en mi pincel, pero siempre resulta ser temporal... mi paleta es de color azul, negro y blanco. Mis pinturas son ... principalmente blancas y muy pálidas, pero de vez en cuando también son de un negro profundo, con un blanco incisivo'.

La última serie realizada, Hybrids, muestra unos rostros femeninos creados digitalmente, mediante el montaje de diferentes fotografías, cuya simetría impecable se obtiene por imagen espejada y cuya proporción se basa en el número áureo. Luego, el artista reproduce la obra sobre piel animal para crear, con la pintura, un ser 'bestialmente perfecto', atractivo y animal al mismo tiempo. Como explica Lieverse: 'Ella realmente es perfecta y, aunque lo intento, no siento nada por ella. No puedo interpretarla, no me acerco demasiado, pero aún quiero. Ella parece familiar y sin embargo al mismo tiempo desconocida'.

¿Hasta dónde podemos llegar manipulando la realidad en busca de la perfección? Con la exposición Linen and Skin, Lieverse nos replantea todas las contradicciones que han inquietado y fascinado al hombre contemporáneo, desde Frankenstein hasta Minority Report, incluso llevándonos a reflexionar sobre nuestros modelos estéticos y la manera de vernos hoy en día.