Descripción de la Exposición
No es infrecuente en el panorama de la plástica asturiana la aparición de artistas, con más frecuencia mujeres que hombres, que afloran a la superficie -que se hacen visibles según recientes expresiones- cuando ya han alcanzado una cierta madurez vital. Una de ellas es, no cabe duda, Encarnación Domingo, quien además, creo haberlo escrito en otras ocasiones, ha sabido evolucionar desde postulados bastante apegados a la tradición hasta desembocar en técnicas expresivas y conceptos de una relativa modernidad. Parece algo sencillo y hasta natural, pero deja de serlo en el momento en que echamos una mirada, bien que somera, a su currículo y nos damos cuenta de su interés por asimilar, tanto en talleres prácticos como en otros de enfoque más teórico, la esencia del arte. Y lo hace tan bien que resulta apabullante el número de premios ?algunos de ellos de sonora convocatoria- en los que ha conseguido selecciones y galardones; ?Trato de recuperar el tiempo perdido...? suele decir cuando se le reprende cordialmente por su afán de concursar, de exponer, de enseñar lo que hace, de compartir lo que va aprendiendo y, de saber, lo que habla claramente de su talante, que el mundillo del arte es una lotería en la que, las más de las veces, no se tiene la suerte de ver tu boleto premiado aunque, eso sí, debes participar para que te toque.
Hasta aquí, los párrafos precedentes deben servirnos para situarnos ante la artista y su obra. Una obra que, precisamente por ese su entusiasmo en la asimilación de conocimientos, ha de ser algo que no se conforme con una sola forma de expresarse. Y de ahí surge esta muestra, cuyo título Líneas alude tanto a la predominante lineal en sus collages y cerámicas, como a ese planteamiento expositivo de mostrar algunas obras a la manera tradicional, otras por medio de la instalación artística y, especialmente, por su interés en el empleo de materiales extrapictóricos como papel reutilizado, aluminio, cartulinas de distintas texturas, cinta adhesiva o cerámica en una acertada y lúcida fusión.
Los collages, esquemáticos y escuetos, son transcripciones lineales con los que ha llevado a límites esenciales los característicos paisajes de dunas y playas de sus comienzos; pero no por ello menos evidentes, si se quiere más rotundos al haber prescindido de elementos que nada añadían y que, por el contrario, distraían la mirada. Pura geometría en la que predomina lo horizontal únicamente conmovido, de vez en vez, por la irrupción de una curva aparentemente descuidada y engañosamente casual.
En otra orquestación, no menos geométrica, el mural cerámico de loza blanca y madera negra incide en una idea ya expresada en anteriores muestras -como la titulada Blanco y Negro en la Galería Amaga en 2007- en la que persigue la contraposición de ideas a través de las valoraciones cromáticas, algo que consigue plenamente en la instalación de las 120 piezas cerámicas extruídas, simples geometrías, que cobran distinta valoración con la aplicación de esmaltes en parte de las superficies y que fugan hacia la pantalla formada por dos grandes tablas en las que pinta geométricas edificaciones, apenas insinuadas por líneas en positivo y negativo, con la que nos habla, una vez más, de diferencias sociales, de distinciones raciales y de formas de vida que constituyen un choque que no es solamente el de la distinta coloración superficial de personas o de cosas.
Encarnación Domingo, no cabe duda, nos propone leer entre líneas, algo que cada vez nos cuesta menos a medida que vamos dándonos cuenta de que su madurez ya no es únicamente vital sino también artística.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España