Descripción de la Exposición
Desde los textos más arcaicos de nuestro canon cultural, las poblaciones negras africanas han sido consideradas la forma más radical de alteridad cultural. Y decir “cultural” es ya dar por resuelta una discusión que fue de larga duración: la eventual inclusión del negro africano en el ámbito de lo humano y en nuestra imaginación moral.
Sin duda estos aspectos tuvieron su último avatar mediados por la dominación colonial, es decir, el dominio europeo de territorios y poblaciones en beneficio propio. Sin duda también, tal dominación político-económica siempre se revistió de una coartada altruista, es decir, civilizadora. Categorizados con esquemas conceptuales que se remontan a siglos atrás, los negros africanos fueron pensados como salvajes ab initio partícipes de una minoría de edad histórica necesitada de tutela, regeneración y progreso.
Con todo, el dominio colonial exigió la familiarización de las poblaciones de las metrópolis con los grupos humanos colonizados, justamente en un momento donde se atisban las iniciales dinámicas y lógicas que regimentarán la cultura de masas. Una cultura que se desarrolla justamente en paralelo al despliegue y preeminencia de las grandes urbes europeas. Unas prácticas culturales que se vieron posibilitadas y favorecidas por el desarrollo técnico que permitió la reproducción, impresión y difusión sin límite de las imágenes, según contextos usos y fines muy distintos.
Junto a estas prácticas de vulgarización se desarrolló una disciplina con pretensiones científicas que precisamente tenía como objeto el estudio lo visto allende nuestras sociedades, con el fin de traer aquí lo visto allí: la antropología. Es un momento donde se conjugan prácticas científicas y culturales muy distintas que desde perspectivas diferentes convergen en su interés por lo distante del centro, por lo exótico. De tal manera que en lo que respecta a la familiarización de los europeos coloniales con las poblaciones negro africanas se da una sinergia entre el incipiente discurso etnográfico de finales del siglo XIX y principios del XX y toda suerte de mecanismos de incorporación de la imagen de estas poblaciones a la representación de la diversidad de lo humano, en gran parte generadas al hilo de la administración económica y militar de las colonias.
Desde el punto de vista de la divulgación científica y de la cultura popular, en este largo proceso se pueden distinguir groso modo cuatro dimensiones, algunas de las cuales se solapan temporalmente. La primera de ellas la que recientemente se ha llamado “zoos humanos”, es decir, reconstrucciones de supuestos poblados originarios donde las distintas etnias desarrollaban sus supuestas formas ancestrales de vida. Este fenómeno se desarrolló principalmente en Francia aunque lo encontramos a partir de 1870 a lo largo y ancho del continente europeo y Estados Unidos. También en España tenemos muestras de ello, como por ejemplo el grupo de ashanti que en 1897 fue exhibido en Barcelona y Madrid.
La segunda dimensión, coexistente con la antes mencionada, se refiere a la difusión masiva de la imagen por medio de su reproducción técnica, es decir, la difusión de tales poblados a través de la fotografía en sus diversos formatos (tarjeta de visita, fotografías estereoscópicas, tarjetas postales, etc.), revistas ilustradas y manuales de divulgación científica.
La tercera se refiere a la inclusión de fragmentos de descripción etnográfica costumbrista en el cine de aventuras del final del periodo colonial. Encontramos fantásticos ejemplos en películas como La hechicera blanca y Las minas del rey Salomón, también en documentales y noticiarios.
Finalmente, la cuarta parte la dedicaremos a la recepción del negro africano desde la butaca de casa, a través de programas donde se da una hipostasiada comprensión cultural que reactualiza los tópicos más antiguos, como Perdidos en la tribu, campañas publicitarias de las agencias de viajes y todo lo anterior amplificado gracias a la red. También prestaremos atención, si quiera sea puntualmente, a la reelaboración y resignificación con propósitos críticos de toda esta documentación desde algunas prácticas artísticas visuales contemporáneas.
Debemos señalar que la exposición tendrá una componente generalista, que recogerá las cuatro dimensiones antes mencionadas y un tratamiento específico referido al caso de la Guinea Ecuatorial española. El caso español es peculiar puesto que desde los años 40 hasta la independencia fue junto con Portugal el único territorio africano colonizado por un estado nacional-católico y fascista.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España