Descripción de la Exposición
Neoned aborda la relación entre la masculinidad, la teatralidad, la ausencia y las modulaciones de la visibilidad. Mientras que lo teatral ha sido localizado históricamente en una intensificación visual, Leto Ybarra se interesa por el modo en que la masculinidad hegemónica se sostiene mediante el despliegue metódico de un repertorio de estrategias teatrales que operan de forma casi invisible. La imagen de un águila real volando con una cría de rebeco sujeta en sus garras, realizada por el divulgador Félix Rodríguez de la Fuente, es un hito en la historia de los documentales de naturaleza. Pero la toma no documentó una escena fortuita de caza, sino que fue una fabricación: la presa estaba ya muerta, había sido destripada, vaciada y rellenada con papel para aligerar su peso y permitir que su depredador alfa pudiera sostenerla durante el vuelo épico. Elevada sobre la sala, una cometa antigua con forma de águila se retroilumina plegada sobre las caras de un cubo de plástico translúcido con luz dentro. El sostenimiento y la circulación de la masculinidad mediante trucos visuales, el vaciado, la síntesis y el acceso a los dispositivos de producción de realismo articulan toda la exposición.
El conjunto de obras parte de algunos de los falseamientos a los que recurrió Félix Rodríguez de la Fuente en la filmación de sus producciones más populares, así como de los espacios dramáticos que fue construyendo y de su obsesión con la carne cruda como alimento esencial de lo masculino, para revisar esta asociación desde una perspectiva butch. Los golpes repetidos de un cuchillo butcher han ido deformando y hundiendo las superficies de las tablas de carnicería dispuestas en la pared, llenándolas de marcas y aportándoles visualmente una carga emocional, procesual y física que apunta hacia abstracciones matéricas. Los restos de grasa y sangre les han ido apagando el color y los tubos de luz rosa las vuelven a enrojecer —estas luces son las que se instalan en los mostradores de las carnicerías para darle al producto un color más fresco y más vivo, más aproximado a las expectativas generadas sobre su aspecto real.
En 1970, Robert Morris participó en la exposición Spaces con una propuesta entre la escultura y el environment: cuatro enormes cubos de fabricación industrial cubiertos con pendientes de tierra sembradas de árboles que construían un paisaje sintético y a la vez transitable. Leto Ybarra reproduce este proyecto a una escala menor que permite verlo en su totalidad, incorporando las pendientes de tierra al volumen estructural de los polígonos de fibra de vidrio y cubriéndolos con papel de montaña. Este tipo de papel se emplea en maquetas y dioramas para simular un fondo rocoso, árido y duro, y alude a paisajes vinculados a la masculinidad y al tropo romántico del encuentro entre hombre y naturaleza. Su superficie hecha de drippings produce a la vez espacio y planitud, un ámbito impenetrable que rechaza la representación realista y habla de códigos de género y legibilidad. Los cuatro volúmenes esquematizan un entorno natural aplastándolo, sintetizándolo y abstrayéndolo en planos no habitables, restringiéndolo a la esfera visual. Las puertas impracticables que los acompañan, cubiertas del mismo papel de montaña, también inciden en la superficialidad, en la inhabitabilidad y en la negación del acceso.
Siguiendo con los límites y las posibilidades de la relación entre espacio, identidad y expresión, otra pieza dispone cuatro jaulas de exhibición vacías que vibran por efecto de un sistema de bodyshakers, altavoces modificados para transformar sonidos de baja frecuencia en oscilación, usados en simuladores y videojuegos para recrear una experiencia física de la realidad —normalmente entornos de acción, velocidad y violencia. El sonido de la pieza, producido por Rosa Noviello, introduce el canto del pájaro lira, capaz de imitar con verosimilitud los ruidos de su hábitat, especialmente ruidos de obras, de impacto, estridentes y metálicos. Esta banda sonora funciona como una ventriloquización de un espacio en construcción, y subraya la interdependencia entre habla y contexto. La voz del pájaro lira es el resultado directo de la acumulación de todos los ruidos de un entorno ajeno que caigan dentro de su rango y, a la vez, su canto construye un espacio-hábitat desde la invisibilidad y la ausencia.
Tanto la pornografía como la fotografía de bodybuilding disponen los cuerpos en posturas de máxima visualidad al tiempo que ocultan sus mecanismos de producción de imágenes. Los gestos y los movimientos se calculan para asegurar que la trama fluya y se despliegue el producto visual dentro de un espacio controlado —el podio, el gimnasio, la cama, la ducha, etc. Una composición en damero también sugiere desplazamientos y patrones predeterminados en relación a cuerpos y tramas vinculadas a la masculinidad: el tablero está hecho de pequeños collage con gomas elásticas que indican flexión y una construcción ensayada del cuerpo, pero también sexo, condones y secreciones corporales. La estética butch del body culture de los ochenta y su paralelismo con los disco-tits de la cultura gay proponen una nueva relación con la dureza y el músculo. Leto Ybarra se inscribe en la relación histórica descrita en la literatura y la poesía entre el deseo gay y el espacio natural, en especial a través del uso de metáforas que relacionan el cuerpo con el paisaje —vello corporal como hierba o bosque y pectorales como montañas altas y anchas. Usando una app de inteligencia artificial, le introduce fragmentos de sus poemas y se los devuelve convertidos en imágenes de cuerpos con el pecho hipermusculado, hinchado, borrándose entre los dispositivos que los construyen.
Comisariado por Yaby (Beatriz Ortega Botas y Alberto Vallejo)
Este proyecto ha sido posible gracias al apoyo de Tabakalera, Centro Internacional de Cultura Contemporánea.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España