VOCES DE ARCHIVO
Hacer hablar al archivo. Exprimir su jugo. Explorar sus fantasmas. Okuparlo.
En Colonia se lleva a cabo anualmente un programa titulado “Artists Meet Archives”. La propuesta consiste en ofrecer a un artista carta blanca para realizar un proyecto a partir de los materiales atesorados en alguno de los archivos municipales: etnográfico, histórico, industrial, fotográfico, artístico, etc. Más cercanos, el Arxiu-Casa Planas en Mallorca y el Arxiu Comarcal de l’Urgell en Tárrega han emprendido iniciativas parecidas. Cito estos tres casos porque he tenido la oportunidad de participar en ellos y por tanto los conozco de cerca, pero la fórmula se ha vuelto muy común. Existe una práctica artística “de archivo”. Hay una “estética del archivo”. En ocasiones, incluso, el arte contemporáneo ha abusado de ella y el documento ha llegado a suplantar la obra.
En este taller los tiros van por una vía más propositiva. Planteo compartir mi propia experiencia. Casi...todo mi trabajo arranca de archivos, de un tipo o de otro. Los archivos aparecen como fortificaciones de la memoria cuya gestión implica poder. Administrar su acceso significa controlar la clave del conocimiento y del relato. Por eso el archivo se convierte en un lugar recurrente a la creación artística entendida como tentativa para hackear la historia y establecer nuevos diálogos con la realidad. Cuando el archivo no está obstruido por el miedo o por prejuicios, sino que se abre a la libre interpretación, cuando el archivo es ocupado por inteligencias despiertas, es como si visitásemos una inspirante cueva de Alí Babá. Es entonces cuando más fecundas resultan la postmemoria, el apropiacionismo, la recuperación del ruido, la puesta en distancia y otras metodologías archivológicas de relato, tanto en el ámbito de la fotografía y las artes visuales como de la literatura.
Os invito a probarlo.
Joan Fontcuberta
Entrada actualizada el el 13 jul de 2020
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