La cabeza como objeto de estudio es abordado desde diferentes mecanismos que permiten entender cómo, a través de ella, se manifiestan una serie de reacciones ambivalentes. Parte de esta práctica creativa y proceso investigativo, tiene que ver con la recolección y acumulación de material sin una relación aparente, el cual, posteriormente se articula y reorganiza para establecer relaciones y sincronías entre sí. Esta búsqueda ha estado fuertemente influenciada por el barroco en términos conceptuales, en la medida en que el cuerpo fragmentado, como principal fuente de investigación del proceso, se revela y expone como origen de las pasiones, del dolor y del éxtasis.