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‘Las huellas del caminante’ integra en bloques separados una recopilación de parte de los mejores trabajos de una obra que siempre estuvo en constante renovación y marcada por un compromiso estético inagotable. Como prólogo, la exposición se abre con la obra ‘Hombre andando en la playa’, de 1953, la única pieza que Serrano recuperó de sus trabajos en Uruguay. El primer bloque incluye una serie de once esculturas y cuatro dibujos creados entre 1956 y 1959.

Siguiendo un desarrollo cronológico, el segundo apartado incluye una decena de bronces y dibujos realizados entre 1962 y 1976. En esta zona el asistente podrá contemplar la serie ‘Bóvedas para el hombre’, que representó a España en la ... Bienal de Venecia de 1962. Un quinteto de esculturas de bronce y mármol y un grupo de dibujos componen el tercer bloque, titulado ‘Unidades yunta’. La exposición sigue con un apartado dedicado a esculturas figurativas, entre las que destaca el retrato monumental de Antonio Machado.

Más adelante se encuentra la serie ‘Divertimentos en el prado’, revisiones pictóricas de obras de grandes maestros, caso de ‘La maja desnuda’ o ‘Retrato de Carlos V’. Las maquetas de diversos monumentos descansan en otro bloque acompañadas de un audiovisual que permite contemplar el trabajo preparatorio de estudio del autor. ‘La huella del caminante’ se despide finalmente con seis bocetos. En resumen, 47 esculturas –cinco de gran formato-, 19 dibujos, cinco cuadernos, dos proyecciones audiovisuales y una serie de paneles que aproximarán al asistente la figura de Pablo Serrano.