Descripción de la Exposición
La ciencia no siempre fue exacta, objetiva o matemática, tal y como la percibimos hoy. En sus orígenes, ciencia y humanidades iban de la mano. Dos mundos en continua convivencia y con una búsqueda común: la comprensión racional o emocional de la realidad. Hasta la ilustración no se produjo una fractura real entre la cultura científica y humanística. A esto hay que añadir que, durante el Renacimiento, que es el momento en el que nos centraremos en esta exposición, la verdad última siempre estaba ligada al dogma religioso.
La palabra “ánimas”, está cargada de connotaciones espirituales, curiosamente proviene del griego ἄνεμος (ánemos), que significa “soplo”. Los aires de la influencia de Paracelso han permanecido a lo largo del tiempo. Nos adentraremos en este personaje histórico y veremos cómo algunas de sus ideas se muestran en las obras de muchos artistas.
En esta exposición, por su naturaleza virtual, no nos limitaremos ni en tiempo, ni en espacio. Plantearemos un discurso curatorial abierto a la exploración y a la incorporación de nuevas obras y artistas. Su relato será transmedia, y podrá ser disfrutado a través de diferentes canales, uno de ellos Arteinformado.
Para la inauguración de esta muestra contaremos con obras de artistas como Josema López Vidal, Antonio Rico Nuñez, Lidia Pescuezo Moros, Cristina Vela, Tamara Wassaf y David Catá.
*Sobre los artistas y su ánimas*
El artista Josema López Vidal emplea un lenguaje muy cercano al renacentista, que nos recuerda a los grutescos de las decoraciones murales donde vegetación, animales y figuras humanas se funden. Tampoco podemos eludir las claras referencias al Bosco y en concreto al Jardín de las Delicias. En su producción vemos cómo actualiza todo este lenguaje simbólico, con un cargado carácter religioso, del que se apropia para expresar sus inquietudes personales. Una suerte de catarsis oscilante entre el bien y el mal, que busca curar el dolor interno causado tanto por su búsqueda personal, como por las contradicciones de la sociedad. Las dos obras que hemos escogido nos muestran dos hombres cuyos cuerpos se entremezclan con dos plantas: el diente de león y la borraja. Es curioso comprobar las diferencias entre ambos. Mientras que la obra del diente de león, con una precisión casi botánica, vemos que el personaje casi levita sereno. En contraposición, vemos en la otra obra cómo el individuo que parece luchar contra la borraja, más parecida a un animal, que a una planta. Todas estas referencias botánicas podemos encontrarlas en los tratados que hacen referencia a la botánica en Paracelso.
Las obras que hemos escogido de Antonio Rico Nuñez parecen muy diferentes entre sí, pero responden a una misma lógica: el poder seductor del material y su capacidad creadora en manos del artista. Así, veremos el bloque pétreo que se evidencia así mismo, contenido por dos sogas elevado por un pedestal. A Paracelso le interesaba llegar a la esencia de los materiales, para así encontrar su máximo poder. En la segunda obra que hemos escogido encontramos un animal fantástico inventado por el autor: un caracol con cabeza de tortuga. Dos animales que les une una característica por la que son muy conocidos: la lentitud de su paso. La creencia en la magia y el pensamiento simbólico hacía asumir la existencia de seres extraños que a través del conocimiento, o la emoción, podrían ser desvelados.
Para muchos pasa inadvertida la importancia de Paracelso, no solo en el desarrollo de la ciencia, también de las humanidades. Él decidió estudiar a los seres mágicos y cómo nos relacionamos con ellos. En su «Libro de las Ninfas, los Silfos, los Pigmeos, Las Salamandras y los demás espíritus», sistematizó y caracterizó todo un panteón de seres mágicos de los que dependía el devenir del universo. Fueron muchos los autores que tomaron estos textos como referencia en la literatura y el arte, como Goethe o los hermanos Grimm.
Las dos obras que hemos escogido de Lidia Pescuezo Moros, beben también de estas fuentes. En ellas, pone en relación la imagen de estos seres mágicos que definió Paracelso con la astrología y su ecosistema emocional. Así nos presenta a «Eta Piscium» y «Beta Aquarii», las estrellas más brillantes de sus respectivas constelaciones: Piscis y Acuario. Lidia Pescuezo Moros es una artista emergente con un nutrido pensamiento simbólico alimentado por la ciencia ficción, literatura fantástica y surrealismo artístico. Su inquietud y maestría técnica, están al servicio del desarrollo de su obra, que es profundamente autobiográfica y evocadora. En esta ocasión dibuja con hilo, dos personajes que son el inicio de una serie más amplia, fruto de la exploración de su propia identidad.
Con los trazos de Cristina Vela nos adentramos en la religión y el mito. Su obra acude recurrentemente a la iconografía clásica y cristiana. Dibujo tras dibujo, investiga en su propia narración, posibilitando nuevos puntos de vista y aproximaciones a las imágenes más canónicas. Hemos escogido de Cristina Vela dos obras muy diferentes, una de ellas se trata de una infografía de cómo debe ser una virgen. En tiempos de Paracelso, toda verdad debía ser revelada, es decir, su origen estaba en Dios y era Él quién nos la mostraba. Aquellas personas que ponían en duda esta cuestión, eran perseguidos por la Inquisición. La otra pieza que podemos ver en la muestra hace alusión al poder medicinal de la leche de higos a través de una imagen cargada de erotismo contenido.
Son muchas las figuras femeninas las que aparecen en los escritos de Paracelso, en ellos, cuestiones como la maternidad, desde la mentalidad de la época, están fuertemente presentes. La mujer como epítome de la creación y como origen del pecado, nos ha acompañado hasta nuestros días. Afortunadamente, en esta exposición, podemos ver grandes mujeres artistas que enuncian el cambio en pro del empoderamiento de la mujer: independiente y que decide su propio destino. Lo hemos visto en Lidia Pescuezo y ahora también lo analizamos en Tamara Wassaf. Esta artista nos lleva a la estética del barroco con sus fotografías. Sus claroscuros, componen imágenes deudoras de los bodegones. Las dos obras que hemos escogido son dos odas a la vida y la muerte. Con su obra «Nido» nos muestra una mujer que es dueña y decide sobre su propia maternidad. En contraposición de la historia de «Demeter», diosa de la agricultura e hija de Cronos, cuyo poder nace del dolor, por la fortuna de su hija Perséfone.
Finalizamos la muestra con la obra de David Catá. En su producción, el surrealismo y la magia se entremezclan, en una búsqueda constante de la esencia propia y de su entorno emocional. De su bisabuela heredó la creencia en lo mágico y de su tierra, Galicia, aprendió el lenguaje de las ánimas del mar, los bosques y caminos. Las dos obras que hemos escogido hacen referencia, precisamente, a la creencia en la suerte y en la trascendencia, mediante elementos de la naturaleza: trébol de cuatro hojas, las rosas y los vilanos (dientes de león).
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España