Felipe La Hoz presenta sus dibujos y pinturas tras el mito personal o personal mito (o la mitificación de ciertas perspectivas) en torno a un tema inabarcable. En esto se basa la ilusa búsqueda de la conexión entre lo teutónico-subterráneo y lo atmosférico. Espejos absurdos. Al rebuscar y combinar contenidos, hallamos la llave a tantas puertas, como el extrapolar ese vínculo sobre la corteza terrestre y el mundo sideral, a nuestro propio cuerpo ("el locus"). Todo se recrea en sueños paranoicos, ilusiones esotéricas, planteamientos barrocos, teorías posibles de lo imposible, de nuestro más allá, de nuestro más acá, redibujando nuestras creencias, nuestros secretos y aquellas pantanosas idolatrías en los dibujos y pinturas aquí presentados.