La vida profunda

Exposición / La Fundación de Artistas / Calle 55 No. 520 entre 62 y 64 / Mérida, Yucatan, México
Ver mapa


Cuándo:
27 nov de 2015 - 27 feb de 2016

Inauguración:
27 nov de 2015

Precio:
Entrada gratuita

Organizada por:
La Fundación de Artistas

Artistas participantes:
James HD Brown

       

---

Descripción de la Exposición

Fundación de Artistas presenta un conjunto de más de medio centenar de obras selectas del maestro James HD Brown (1951 - Los Ángeles, California), agrupadas bajo el título "La Vida Profunda" con la curaduría de Hilario Galguera. Esta muestra, sorprende por las características únicas que posee entre el inmenso número de exhibiciones realizadas por el Maestro Brown en diversos museos, instituciones y galerías en varias partes del mundo. Compuesta por pinturas de distintas épocas y formatos, una escultura en bronce, cerámicas y libros de artista producidos por la editorial Carpe Diem que comparte con su mujer Alexandra, ofrece un panorama amplio del poder creativo que le ha valido al maestro Brown, un lugar preponderante y privilegiado en la historia del arte contemporáneo. Apropiándose totalmente del espacio de una casona del centro de Mérida, la curaduría propone un viaje emocional sin ningún guión temático a través del elegante equilibrio formal y conceptual explorado por Brown en sus obras. Más que una exposición para el análisis y conocimiento de un determinado cuerpo de obra, encuadrado en un tema específico, o una técnica como pintura, dibujo, acuarela, collage o cerámica, o bien en el marco de un período específico de trabajo del artista, se presenta, decíamos, a manera de un recorrido emocional a lo largo de la arquitectura centenaria de esta casa tratando de replicar la misma emoción espiritual y sensible del artista en su incesante observación del universo, para finalmente poder tener un encuentro con la belleza en cualquiera de sus manifestaciones. Como si viéramos a través de sus ojos y sintiéramos el mismo pulso vital. Este recorrido, como si se tratara de una breve Odisea, pretende reconvertir los espacios invadidos por la obra plástica de Brown creada a lo largo de un íntimo viaje de exploración espiritual, cruzando paraísos, infiernos y universos que replican el firmamento que nos ilumina en la nocturnidad, lugares inexistentes como el territorio de la música, del sufrimiento, la pasión y el conocimiento del complejo campo de la abstracción como la forma de pensamiento más alta del espíritu humano. Todo esto, manifestado concretamente en obras de distintas épocas, temáticas y técnicas en las que a pesar de esas aparentes disimilitudes se puede descubrir el pulso del profundo conocimiento de la vida, de la estética y de la poética. En este espacio intervenido se podrán observar no solamente los gestos y características formales de cada una de las piezas sino también aquéllas relaciones de ideas, formas, colores, agrupamientos y simbolismos que hay entre ellas creando un elegante equilibrio y proyectando un diálogo que bien oído y visto se llega a convertir en una vorágine de asombrosa maestría, casi de la misma manera como el maestro Brown ha percibido el mundo que lo rodea. El propósito es entonces introducir al curioso espectador en una especie de viaje iniciático a través de ese cosmos insondable pero revelado, la mayoría de las veces, por este explorador artista James HD Brown en distintos niveles, dependiendo de la posición en el espacio arquitectónico: a ras de tierra, la cerámica hecha a su vez de tierras exquisitas; el peso brutal de unas flores de bronce, pinturas coronando las entradas de luz, a nivel de vista golpeando la conciencia a la altura del plexo solar de nosotros los hombres; otras remarcando los accidentes y cicatrices visibles de la misma casa. Viaje de proximidades y lejanías apoyadas en el eco de una sala a otra, acentos a modo de descanso o lugar de reposo antes de entrar a una emoción diferente como universo paralelo, el paso que se repite incondicionalmente de una pintura a otra, de un salón a otro, como prueba de una búsqueda a través de un camino asombroso y larguísimo, y al final, aislado de todo el proceso creativo de ese camino, quizá el encuentro sobrecogedor y fascinante con el dolor, las tinieblas y el amor más sublime de la madre viendo morir al Cristo, como un vislumbre ciertamente perceptible y elegante de la belleza total como elemento de redención.

---

---