Descripción de la Exposición
Parece
Trazos verticales y horizontales se cruzan y desvían sobre un papel blanco. La imagen comienza a repetirse; en la sucesión progresiva la nitidez de las líneas, a veces estables, a veces zigzagueantes, se diluye hasta casi desaparecer. Así, Gastón Pérsico, en un mismo gesto que traza con lápiz y regla simultáneamente a través de una pila de papeles y su respectivo papel carbónico, pone en órbita la vasta relación entre original y copia; entre las auras perdidas y recapturadas que recorren la historia de la cultura visual. Lo hace entre percepciones ambiguas; los dibujos tienen a la vez rasgos maquínicos y gestuales; cierto halo de fotocopia; un aire de grabado; algo inaprensible. El procedimiento a la vez esconde una serie de capas: la espontaneidad que puede intuirse o presuponerse es una conjetura relativa; el dibujo fue largamente pensado, bocetado en toda clase de papeles de distintos formatos hasta llegar a la realización efectiva.
Las sucesivas mediaciones; la cita que yace en el título de la exposición –el libro La utopía de la copia de Mercedes Bunz– y otra que subyace –Diferencia y repetición de Deleuze– son parte de la práctica conceptual de Pérsico que en esta ocasión consiste en dibujos pero antes se desplegó proteiforme en soportes diversos. Por ejemplo cuando cristalizó en remeras la subcultura musical-estética Heavy Metal con la filosofía contemporánea personificada en los nombres/logos Derrida, Debord, Foucault; o en La música es mi casa cuando tres voces recitaban a capela la traducción al castellano de la letra de un set de DJ. También en La utopía de la copia la música aparece de manera oblicua con Disintegration Loops. Nacida en 2001, en el momento en que William Basinski se encontró con un cúmulo de cintas magnéticas que llevaban casi veinte años archivadas. Al escuchar un fragmento consideró iniciar una obra nueva, “tras unos 15 minutos de grabación, observó que el sonido de la cinta estaba cambiando: la cinta era vieja y estaba deteriorada, lo que hizo que el fragmento musical cambiara, se desintegrara poco a poco con cada repetición, dejando breves espacios de silencio y deformando el motivo original. Tuvo la certeza de que no hacían falta contra melodías, la pieza se podía sostener por sí sola gracias a la belleza de la descomposición que encarnaba.” [1]. Entonces, en los dibujos hay algo de todo esto, también otras vertientes más.
Florencia Qualina
[1] Elvira Simancas, “The Disintigration Loops (2002): la creación de una elegía” en https://sulponticello.com/iii-epoca/the-disintegration-loops-2002-la-creacion-de-una-elegia/
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España