La Tierra del Nunca Jamás, es una muestra donde se vinculan diferentes manifestaciones artísticas para abordar un tema sensible dentro de la historia cubana: La operación Peter Pan. La obra de Fernando se ha caracterizado por el interés en los temas de carácter histórico, que en este caso es trabajado desde una perspectiva personal, respetuosa y sensible. Los materiales que predominan son los culeros desechables, como clara alusión a la infancia, y la tierra, elemento tangible y espiritual que hace referencia a la Patria como espacio físico y mental. Aborda la memoria migratoria cubana a través de la experiencia de Ana Mendieta, una artista que fue parte del proceso Peter Pan, y que reflejó en su obra la necesidad de la búsqueda de las raíces como una manera de entender y profesar la identidad.