Descripción de la Exposición
Juan Tessi muta.
Se lo conoció por las pequeñas pinturas foto-realistas de adolescencia queer agónica y prolongada —descriptas como “a medio camino entre la fotografía de moda y el cuadro cortesano” — que lo pusieron en el mapa de las artes visuales argentinas en el 2005. Sorprendió con su viraje a las abstracciones experimentales generadas a partir del audio de un tutorial de maquillaje durante su paso por la Beca Kuitca en 2010-11. Le siguieron sus ensayos en deconstruir la materialidad de la pintura dejando su “piel” (la pintura misma) apenas colgando de la estática de un acrílico apoyado en el lienzo. Luego la incorporación de cerámicas fuera y dentro de la pintura y sus más recientes investigaciones en la tensión entre zonas imprimadas, lienzo crudo y la presencia subyacente del cuerpo y sus pulsiones.
Quien haya seguido el desarrollo de Tessi sabrá que su obstinación por “el problema de la pintura” lo lleva al movimiento perpetuo y lo catapulta como uno de los pintores argentinos de mayor sofisticación y profundidad.
En la obra más reciente Tessi abandona la precisión de línea y límite, el cierto guiño pícaro que caracterizó su etapa inmediatamente anterior para entregarse a una pintura sin deliberación programática. La curadora de la muestra, Sonia Becce, reflexiona: “Su ojo de pintor se adentra en la propia materia hasta que la mirada se desenfoca y aparecen fragmentos magnificados, ahí llega a la esencia de lo que quería pintar. Pero también se podría pensar que la mirada quiere alcanzar el espacio cósmico y que valiéndose de algún instrumento deambula entre galaxias”. A lo que Tessi replica: “Me encanta pensar que la base mineral del color me acerca al polvo cósmico.” Y cuenta que quiso concluir cada obra antes que aparezca un “chiste” compositivo, una regla clara. Quiso que estas pinturas permanezcan sin un cierre, que denoten una incertidumbre acerca de su destino.
Sin proponérselo sintonizan el hoy, la manera en que estamos viviendo.
En un gesto que ensaya el inicio de un abordaje globalizador sobre la producción de Tessi, la curadora decidió incorporar a la muestra algunas obras muy tempranas, realizadas en 1993, mientras era estudiante y cursaba un seminario intensivo de arte en la Universidad de Yale.
Claramente, el universo Juan Tessi ya existía. Sobre sus procesos y esta muestra, Tessi agrega: “Al pintar se conjugan todas esas conversaciones que uno tiene en la cabeza que incluyen lecturas, vivencias, recuerdos, opiniones, canciones, y hasta la lista del supermercado. Pensamientos que quedan truncos, que se abandonan, se encadenan, se superponen. Es en estos múltiples niveles que «compongo» la obra, desde la intuición, la candidez, y lo banal. En estas pinturas me estoy dando la libertad para tener una conversación cada vez más sincopada, rara e incómoda. Lo contrario a una charla sobre-adaptada.”
Exposición. 12 nov de 2024 - 09 feb de 2025 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España