Descripción de la Exposición Intentar precisar el universo de Antonio Fuentes significa dejarse invadir por una infinitud de imágenes y lugares que acuden, se ocultan, huyen, reaparecen, se superponen y van a desembocar inexorablemente en la ciudad de Tánger, o mejor, en ese Tánger del período de entreguerras declarado zona internacional, ciudad abierta que convocó a tantos espíritus libres de todo el mundo que ansiaban un escenario donde poder hacer uso de sus prerrogativas de creadores o simplemente vivir en libertad. Todas estas vivencias y viajes son la antesala cosmopolita... A partir de entonces comienza el verdadero viaje; la introspección, la llegada hacia sí mismo, la conquista de la soledad. Hasta que nos adentramos en una atmósfera tan densa y múltiple como la vida. Anacoreta de la casbah por exigencia propia, su vida -un estado de existencia espiritualizado- y su obra, conforman en él el curso de una unidad -el de la percepción del sentir- gobernada por lo autobiográfico, por la vivencia y su posterior interpretación y transfiguración en hecho pictórico, en obra de creación vivísima. Fulgor que estalla en cada pincelada, trazo irrevocable, escenas de una vida que penetran en el corazón de la pintura adquiriendo en el lienzo una cualidad casi carnal, un estar siempre haciéndose que aún hoy, al mirarla, nos sigue sucediendo. La pintura le era inherente y con ella interpretaba lo que acontecía a su alrededor, lo biográfico es la fuerza inspiradora de su obra al punto de parecer un diario, como en las soberbias escenas tangerinas. Pintura del color y de la luz, pero no de la luz diáfana, transparente, sino de la luz religiosa de los misterios, como en su serie de las catedrales. Su hallazgo fue la revelación de la energía primigenia de la pintura que le llevó a expresar de manera única el estremecimiento permanente que lo habitaba. Oculto al mundo, encerrado en su estudio del Zoco Chico y en sí mismo, obedeciendo con humildad a un impulso superior de creación y tranquilamente aposentado en su totalidad, desde esa altura, nos mira erguido. Sólo su pintura - libre ya de autor y hasta de estilo- logra escapar de esa soledad y sale a nuestro encuentro a comunicarnos el secreto. Oscilando entre dos abismos, soledad y creación, antes de morir alcanzará sentimientos inteligentes, lúcidos, un modo de conocimiento total, el más cercano a la expresión de lo real. La clarividencia de la pintura.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España