Descripción de la Exposición
La Mancomunidade do Salnés convoca a todos los medios de comunicación a la inauguración de la exposición escultórica “La Raza Cósmica”, del autor nacido en Mos (Pontevedra) Lucas Míguez (22/10/1944), nombre artístico de Olimpio Javier Míguez Mosquera.
La inauguración tendrá lugar el miércoles 1 de octubre a las 12:00 del mediodía en la Casa Museo Valle-Inclán, en Vilanova de Arousa.
Las piezas han sido donadas por el propio autor después de que su obra haya formado parte de varias exposiciones itinerantespromovidas por el Instituto Coahuilense de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes de México. La entrega oficial de estas esculturas la presidirá el Alcalde presidente de Aguascalientes (México), Juan Antonio Martín del Campo, que será acompañado por diversas autoridades municipales mexicanas. En este acto estarán presentes mandatarios locales de la Mancomunidade do Salnés, ya que esta entidad pública ha sido la encargada de repatriar la obra del artista Lucas Míguez, que acudirá también a la cita de inauguración.
La obra de Lucas Míguez es una colección basada en el pensamiento filosófico y político del pensador mexicano José Vasconcelos. A Galicia llega ahora una parte, ya que otras piezas continuarán exponiéndose en México. El conjunto escultórico donado al Salnés está compuesto por una veintena de tallas, valoradas en 70.000 dólares, según una tasación realizada en el año 2000. “La Raza Cósmica” ha viajado por todo el país mexicano durante varios años. Concretamente, ha estado expuesta en galerías de gran importancia en las ciudades de Guanajuato, Tamaulipas, Coahuila o Ciudad de México, entre otras. El municipio de Aguascalientes, fruto del hermanamiento alcanzado con la Mancomunidad do Salnés, será testigo de la llegada de esta obra a España y su donación definitiva a la administración municipal del Salnés. De hecho, la raza cósmica de Lucas Míguez seguirá conectada con México ya que otro conjunto de sus piezas continuaría exponiéndose en aquel país. Pero el escultor del Salnés desea ha querido que al menos una parte de sus esculturas vinculadas al pensamiento de Vasconcelos se quede en Galicia de forma permanente.
“La Raza Cósmica” es una obra que representa la mezcla de las razas humanas inspirado en el pensamiento filosófico y político de José Vasconcelos, unprincipio con el que ha conectado profundamente el escultor gallego, que habla más de seis idiomas, tras haber vivido en Estados Unidos, China, Tailandia, Taiwan, Japón, Honduras y México.
La Raza Cósmica enraíza profundamente en el idealismo de Vasconcelos, que plasmó en un ensayo filosófico y sociológico del mismo nombre -“La raza cósmica”-, el nacimiento de lo que él llamó la “quinta raza”. Se podría decir que Vasconcelos fue un adelantado a sus tiempos ya que hoy la multiculturalidad racial, la universalización del Hombre, en parte se ha conseguido a través de las nuevas tecnologías y la explosión del fenómeno de Internet. Es decir, Vasconcelos creía en una síntesis de todas las razas del mundo para constituir una nueva civilización más evolucionada y justa. Frases como “la humanidad pierde cada vez que una raza desaparece por medios violentos”, o “ninguna raza es modelo a imitar, ni se basta a sí misma para forjar una civilización”, o “sólo una universalidad geográfica y étnica es capaz de dar frutos de civilización” resumen algunas de sus tesis como ciudadano del mundo.
Vasconcelos fue coetáneo de Adolf Hitler, pero tenían una visión muy antagónica del concepto de las razas que predicaba el dictador alemán. El mexicano defendía la existencia de una raza superior pero no basada en la genética, sino en la asimilación de la diversidad de las culturas. Vasconcelos, candidato a la presidencia de su país, quiso, como político, revolucionar la forma de pensar de su pueblo, generando una nueva filosofía de vida multicultural y más rica. Quería llevar la democracia al centro de América, pero una democracia justa y verdadera. Por eso, defendía el mestizaje. No buscaba una raza pura y su deseo era erradicar la xenofobia porque creía que la mezcla de las razas suponía un paso imprescindible y positivo para el ser humano, porque de la mezcla surgiría la ampliación del conocimiento. El pensador mexicano explicaba que si una cultura desaparecía por medio de la violencia dicha pérdida no afectaría a la raza sino a la Humanidad.
Lucas Míguez coincide hoy con este pensamiento de José Vasconcelos y a través de una parte de su obra escultórica pretende prolongar esta nueva filosofía de vida. Su obra cósmica de las razas es abstracta, evolutiva. “Son obras que todavía no habitan en el espacio terrestre, pero que existen en el cosmos”, explica el escultor.
Cada talla recoge la esencia del Ulises Criollo, apodo por el que se conocía a Vasconcelos, tras escribir un libro sobre sus viajes por el sur de América, titulada “Ulises Criollo”.
Para Lucas Míguez esta filosofía está vigente en la actualidad porque vivimos en otro momento de cambio profundo político, social y económico. Aunque cree que aún será necesario que pasen dos generaciones antes de que el cambio finalice hasta su siguiente etapa. “Los cambios siempre tienen que surgir para mejorar. El mundo debe ser más justo, aunque en realidad nunca lo haya sido. Para ello, las instituciones no pueden ser inamovibles. Los políticos están obligados a impulsar el beneficio social y no el egoísmo promocional de una carrera personal. Los cambios violentos nunca han servido para hacer un mundo justo. En tiempos de cambio como los que vivimos ahora tienden a ser más justos, al menos, más justo ideológicamente. Pero los cambios deben ser paulatinos y sin revanchas”. Estas son algunas de las palabras de Lucas Míguez que conviven con el viejo ensayo cósmico de José Vasconcelos.
La escultura de Lucas Míguez es una obra integradora, no separatista, de ahí que vea con inquietud, por ejemplo, los pasos que se dan desde la política y la sociedad catalanas. Cada obra de esta colección pretende buscar en lo abstracto su particular mundo feliz, muy utópico pero lejos de ser onírico, aunque pretenda concebir una vida de ensueño e idealista. La obra que llega a O Salnés es una denuncia de la xenofobia que se vive en muchos lugares del mundo. Su escultura representa el mestizaje de las razas. “Como él, yo creo en el concepto de la raza cósmica, una sociedad universal que sepa comunicarse y entenderse, no por los colores de las razas. Creo en la integración y la unión de las culturas, entendidas en positivo, sin exclusiones. No se concibe en la raza cósmica la xenofobia, el separatismo mal entendido, la exclusión. El mundo puede sacar provecho y enriquecerse constantemente porque está siempre en proceso de transformación. El cambio político y filosófico que representó Vasconcelos empieza a verse hoy día en su país, comenzando por el acceso público a las universidades”, sostiene Lucas Míguez.
Gracias a este eclecticismo, defendido hace casi cien años por Vasconcelos, vuelve hoy a la sociedad del siglo XXI rescatado por el escultor gallego.
Esta sencilla forma de ver el mundo desde la escultura supone reivindicar un mundo racial global o universal. Un papel integrador que reclama desde su larga y prolífica vida dedicada al arte.
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