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Se trata de telas donde la mayor parte de las veces las mesas adquieren el protagonismo del primer plano. Casi siempre las representa con un mantel blanco que resuelve con gran realismo y que actuá como foco de luz que soporta cestas, fruteros, copas y vasos con flores, frutas, pan… motivos humildes y sencillos que toma de la realidad. Todo ello tratado con sentido costumbrista.

El fondo, de color oscuro, contrasta violentamente con los paños blancos y la gran viveza de los colores de las flores. El centro de la composición está formado por las flores y los diversos motivos que se recortan sobre el oscuro o negro fondo que envuelve la estancia. El colorido de las flores y frutas contra las masas oscuras, otorga sensación de equilibrio cromático. Neutraliza ... la ilusión del espacio a fin de centrar toda la atención en los motivos principales. Utiliza una pincelada menuda que describe detalladamente los pormenores, tales como las puntillas de los manteles o la textura de las frutas.