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Los temas de las últimas exposiciones que ha realizado en Barcelona giran en torno a retratos, personajes, reportajes de viajes, entre los que se encuentran Senegal, Cuba, República Dominicana, Venezuela, Lisboa, Túnez, Siria, Jordania y Líbano.

Habitualmente utiliza el blanco y negro en toda su riqueza de matices para jugar con la luz y su movimiento, rompiendo las imágenes reales, eliminando las líneas y los perfiles para convertirlas mediante el difuminado en imágenes pictóricas, en ensueños que permiten establecer un juego con la realidad.

En La piel de las Piedras. Un viaje por el Próximo Oriente, Glória Giménez crea cinco secuencias a ... través de sus fotografías:

Secuencia primera: Líneas en la arena

El Mediterráneo, una puerta a Oriente y su cultura y, en la otra orilla, Occidente. Ambas culturas acariciadas por las mismas aguas, que erosionan sus piedras hasta otorgarles textura de piel. Sinfonía en azul y retratos en negro, matices que reflejan sentimientos terrenales y pasiones místicas. Confluencia de plegarias y rezos, religiones y culturas. Mediterráneo libre, Mediterráneo herido, Mediterráneo cercado por un alambre de espinos.

Secuencia segunda: El viajar de una mirada

Oriente y la hospitalidad de sus gentes dan el visado, a través de sus miradas, para captar imágenes comprometidas, donde el tiempo y el espacio se pierden en el objetivo de la cámara creando vínculos intemporales.

Una mirada, una sonrisa que responde a otra, imágenes una tras otra crean un diálogo y todas ellas forman una historia, una secuencia. Sus actores espontáneos se mueven con normalidad en decorados improvisados y dejan que la voluntad de la cámara dirija sus acciones.

Secuencia tercera: Instantes

En la psicología, la búsqueda de los espacios interiores es un continuo encuentro y desencuentro con personas conocidas y a la vez desconocidas; en la fotografía, es penetrar mediante una sola imagen, en un instante, en su mundo interior. El interés que mueve a la fotógrafa en los reportajes es hundirse con la velocidad personal que acompaña al otro, captar su esencia sin interrumpir su acción.

Instantes en Siria, encuentros y desencuentros en Damasco, Alepo, Homs, calles, muros, zocos, mercados, espacios, momentos, gentes, Siria en instantes.

Secuencia cuarta: Peregrinación

Espacios de culto, espacios para orar, leer, estudiar, conversar o descansar. Espacios sagrados convertidos en cotidianos. Familias que en peregrinación van a orar, seguidas por las siluetas negras de sus mujeres. Mujeres que alzan el telón que les separa de sus varones. Yermas, cuya fuerza emana de su bruna vestidura, firmes, erguidas, dignas y místicas. Solitarias en el acto de plegaria.

Mujeres de barro y arena, madres que imploran y aconsejan, que acompañan y adormecen. Mujeres aferradas a su presente.

Secuencia quinta: El Desierto de Palmira

Las norias, en su torrente, nos conducen por la estepa hasta llegar al desierto.

Un exigente camino marca su fin en la línea del horizonte y los nómadas escoltan a los visitantes en el árido viaje por el desierto. Desierto de crepúsculos inesperados y amaneceres repentinos, y tras un largo instante, repetido una y otra vez, aparece la excelsa Palmira. Tumbas, templos, puertas, capiteles, columnas, la piel se agarra a sus piedras para no perder el pasado. Bushra, espectral de aforo vacío, con su grandeza, en espera de que el "gran teatro del mundo" llene sus gradas y, arrastrando sus cadenas de oro, aparezca en escena la reina Zenobia.