El artista cultiva un estilo propio a partir de una técnica genuina del mundo gastronómico, la esferificación. A partir de esta técnica aplicada a la pintura acrílica ha creado un total de 39 cuadros que representan el vacío. Mediante sus obras, Serés, quiere provocar una reflexión al espectador y abordar el concepto de la nada que se ha tratado desde muchas otras disciplinas del conocimiento (física cuántica, filosofía, teología), pero no desde el arte. Antoni Serés es médico y artista a la vez. Hace cinco años que se licenció en Bellas Artes y desde entonces pasa visita en su consulta durante las mañanas y a las tardes se convierte en artista y director del Instituto Barcelonés de Arte, brazo académico del Real Círculo Artístico de Barcelona.