Luis Hernando Giraldo trabaja atendiendo a su voz interior. La moda o los cristales provisionales para mirar el mundo no encuentran lugar en su obra; así, consigue despojar su sensibilidad de cualquier cercanía con el lugar común. Giraldo revela la vivencia de una historia despojada de anécdotas, donde integra su experiencia con diversos planteamientos del arte a través del tiempo. Sobre la instalación de dibujos que presenta en la exposición, el artista anota: “Aquí, son muchas las visiones: algunas como presentimientos, otras como experiencias y otras, como un territorio de lo humano en el tiempo. Esta es la visión casi abstracta de una montaña ligada a la memoria por las facetas humanas, el color y la melancolía del paso del tiempo”. Carmen Maria Jaramillo.