Dice su curadora: “La obra de Ana Benedetti “hace tartamudear la lengua madre de la pintura salteña”, abriendo nuevos modos de decir en el límite de lo que es posible nombrar. Para muchos artistas, el proceso creativo, en su fascinante parentesco con el juego, se trata menos de expresar libremente un mensaje “interior” que de establecer un sistema y barajar ciertas variables constantes como garantía para que aparezca el azar, lo impredecible. El arte, se sabe, ordena el vacío a través de la sublimación que supone entrar en relación con el medio simbólico. En cualquiera de sus formas de aparecer (hoy más multiplicadas que nunca), el arte genera una salida feliz a la tendencia de nuestros pensamientos de la vida cotidiana, nos proporciona un “entre-paréntesis” de la significancia que, a todas luces, sigue otra lógica. Se supone que esta puesta entre paréntesis garantiza la suspensión de la angustia de estar...vivos, pero al mismo tiempo, es la contraparte de una negociación con el sentido en el que dejamos de querer comprenderlo todo para entregarnos a un conocimiento previo, o al margen, del lenguaje.”
Entrada actualizada el el 01 dic de 2017
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