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"La mirada de Egipto", nos recuerda el valor atemporal de una cultura milenaria cargada de magia y fascinación. No sólo las estatuas, los objetos artesanales tienen vida propia, y lo que es más importante, tienen alma, energía vital con la que fueron dotados. Tal vez ahí reside el misterio aparentemente insondable del arte egipcio. Ese es el mensaje que nos trasmiten estas obras. Y acercamos a ellas, es la intención de la exposición que nos brinda la Galería Félix Cervera.

Todo tiene un principio y un fin. Los egipcios pensaron en la eternidad. En el Más Allá las cosas tenían que ser duraderas y perfectas, tenían que mantenerse estables en su perfección. Y así ... nacieron los vasos de piedra que podremos contemplar entre otros objetos cotidianos.

Es un auténtico privilegio el poder estar cerca de la estatua del asiático maniatado (Reino Antiguo), rescatado de las arenas de Sakkara. En su día formó, junto a muchos otros, el cortejo de enemigos vencidos que presenciaron el paso del féretro del faraón. También queremos destacar el jarrón de alabastro. Las ingenuas figurillas de madera que conformaron aquellas maquetas de la vida cotidiana se crearon en el Reino Medio. También podremos admirar algunas joyas que desafiando al tiempo, conservan ese poder cautivador de la mujer egipcia.

Imposible describir en pocas líneas, el esplendor de la producción artística del Imperio Nuevo representado en gran número de piezas en la exposición, entre las que destaca la cabeza de faraón en granito y un sarcófago en madera policromada, entre otras muchas. Las inusuales piezas expuestas permiten contemplar la herencia del arte egipcio en el último periodo de influencias persas, griegas, romanas y coptas.

Recorriendo la exposición, veremos que todo respira serenidad y esperanza. Que esa mirada egipcia nos acompaña, diciéndonos que ahí está, reflejado en este arte atemporal la auténtica victoria sobre la muerte.