Descripción de la Exposición Indeleble, dícese de aquello que no se puede borrar. Esta viene a ser la idea inspiradora de la presente obra de Luz Bañón, cuyo trabajo es un retrato del concepto abstracto que es el tiempo, y hace visible el aura sutil, invisible, imponderable y elástica que llena los espacios por los que transitamos. Las energías de nuestros recuerdos y de nuestras memorias acaban, con el tiempo, modificando nuestro entorno y fundiéndose con él, permaneciendo imborrables, indelebles. Cuando hablamos de tiempo, de memoria y de lo indeleble creamos una imagen mental de aquellas ideas que fluyen en nuestro pensamiento de forma instantánea. Aquellos paisajes, lugares, aquellas personas, acciones que de alguna forma fluyen, sin llamarlas, al realizar acciones cotidianas. La lectura de un texto complejo o quizás la lectura del nombre de una calle al girar una esquina, ese adorno, esa reja, siempre, una y otra vez disparan aquellas experiencias emocionales, porque de no serlo no las recordaríamos con tanta intensidad. Pensamos que esos lugares habitados y cargados de nuestra historia más personal, esos paisajes modificados, se han recorrido una y otra vez, sin embargo permanecen de forma indeleble en nosotros.Esos paisajes con memoria, esos paisajes de la memoria, intangibles de nuestras acciones y de nuestras compañías nos remiten a la obra artística de Bleda y Rosa (Castellón 1968 y Albacete 1970). Aquello que la artista Glenda León (La Habana, 1976) define como intersticios entre lo visible e invisible, entre lo sonoro y silencioso, es lo que Luz Bañón trabaja de forma multidisciplinar entre dibujo, pintura, instalación y video, rozando esa necesidad artística de borrar límites disciplinarios, donde lo esencial es la búsqueda de la idea subyacente, la memoria indeleble. Como otros artistas a lo largo de la historia, han abordado el tema del paso del tiempo representando diferentes etapas por las que atraviesa el ser humano. La infancia, el periodo adulto y la senectud. Esta inquietud no es reciente. Podemos recordar trabajos que en su época fueron ejemplares, y a día de hoy lo siguen siendo, como Las tres edades del hombre (1510) del admirado y efímero Giorgone, o Las Edades y la Muerte (1541-1544), de Hans Baldung Grien. Y una versión postmoderna como la propuesta de Osías Yanov (Buenos Aires 1980) en su proyecto Etimología del yo (2003). Pero lejos de citar a estos artistas, que se centran en el cuerpo humano y la huella que deja el paso del tiempo sobre la carne efímera, Luz Bañón no fragmenta esas etapas diferenciadoras. Lo que pretende, y a mi parecer consigue, es representar a todas y cada una de las personas que transitan por los diferentes lugares, las diferentes localizaciones, los diferentes paisajes de Murcia. Contrastando de forma precisa con la superposición de imágenes, conviviendo lo actual con lo pretérito, lo pretérito con lo actual, en una fusión sutil pero efectiva. La memoria es selectiva pero sobre todo creativa, guarda aquellas cosas que quiere, no almacena cual disco duro todo en un orden lógico, borra aquello que no es relevante, difumina el pasado y da una segunda oportunidad a lo más visceral. Un juego que propone al espectador ver lo que se ve, o lo que se oculta, en un proceso de redescubrimiento y convivencia del tiempo, de ese tiempo imborrable que subyace en nuestra memoria, y conforma nuestra identidad como seres únicos. El cartografiado de espacios representativos de la ciudad de Murcia y el uso del soporte pictórico, el soporte fotográfico y el soporte audiovisual, favorecen la reflexión sobre la influencia de la acción del hombre en su entorno urbano y la modificación de los espacios. Luz Bañón nos invita a dejar de dar importancia al aquí y ahora, y pasar a preocuparnos del mañana y el futuro. Victoria Chezner. Artista visual
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España