"Se abre ante nosotros una muestra que, como refresco de luz, nos invita a recorrer un camino de transición que ha de elevarnos", explica Bayala en el texto que acompaña la exposición. "Nos incluye en la bella tarea de reinaugurar los ojos y descubrir los portales de un nuevo universo donde las barreras se elevan, las puertas se abren y la magia de la pintura se torna un espejo de nosotros mismos que nos devuelve la natural imagen y nos regala, además, la que aún no hemos visto".
Los cinco artistas que participan en esta exposición, como los dedos de una mano, potencian su poder creativo en la unión que devela similitudes y diferencias abriendo una pluralidad de universos y un sincretismo a la par.
"Pienso que en cada época debe haber habido imágenes fuerza, símbolos y colores que representaron a las culturas", explica Luis Altieri sobre su obra. "La evocación de...esas mismas formas, creo que refiere a esos mismos contenidos anímicos, anhelos, sueños, fantasías, miedos, comunes a la humanidad".
Daniel López Cullari presenta un conjunto de obras que tienen su inspiración en el arte precolombino, con sus colores de tierra, que también se hacen visibles en las pinturas de Alejandro Parisi. "Intento explicar en la pintura un lugar inexpresable", dice Parisi en el catálogo de la muestra "el alma mía en diálogo con su tiempo, ni yo mismo sé sobre ella y la palabra nunca alcanza a definirla".
Por su parte Daniel Prieto, hace su opción por la abstracción, donde se propone reflexionar sobre la manera de percibir las formas y su relación con el espacio, explorando diversos materiales, técnicas y soportes. Un camino similar recorre Daniel Vidal, quien resume en sus palabras los anhelos del grupo: "Construir con la pintura una arquitectura emocional. El acto de pintar contiene toda la historia de la pintura detrás. Sólo simular ignorar este hecho, nos permite seguir pintando"
Entrada actualizada el el 14 may de 2015
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