"La isla bonita" es un ejercicio de cine vivo a partir de la paciente contemplación al interior de un edificio de clase media en el centro de Bogotá. De manera análoga a las anotaciones hechas por los vigilantes en la minuta del edificio, el artista registra con su cámara los espacios comunes y las personas que por allí transitan para ofrecer al visitante del museo un relato sobre su cotidianidad. El performance, que se presentará en la Sala Temporal Sur en junio y septiembre, traslada la imagen de la superficie de proyección para desplegarla en el espacio, donde los "operadores" desplazan pantallas y otros elementos, exponiendo fragmentos de las "novedades" del edificio. Una versión instalativa permanecerá en el Museo durante "Movimientos de la imagen", retomando su lenguaje de origen, el cine, para reorganizar las historias del edificio.