El martes 5 de Agosto el Museo de Artes Visuales de la Tadeo abrió la exposición “La Imagen Persistente”, colección del pintor colombiano Luis Caballero. Una muestra realmente sui generis dentro de las que se han hecho de Luis Caballero, donde se encuentra todo un universo del artista. Beatriz Caballero, hermana de Luis, tiene una gran colección de las obras de su hermano, y es la persona que prestó la obra para este encuentro.
Para Guiovanni Balambá, mano derecha y colaborador de Caballero durante muchos años, Luis Caballero era “una persona muy tímida, una persona seria, pero muy buena gente. La mayoría de las obras las hizo en Paris. Él venía aquí a Colombia en sus vacaciones y trabajaba en el taller que tenía en su apartamento”. Descubrir el método de trabajo del pintor desde una mirada académica, recomponer su mirada sobre el arte y construir esta exposición como una puesta...en escena que resulta del diálogo y la experiencia entre las facultades de Arte y Ciencias Sociales, fue uno de los propósitos con los que la Tadeo emprendió esta muestra que nos presenta la obra de Luis caballero desde una perspectiva integral que no se agota en la obra misma. El archivo, por ejemplo, permite ver la manera en que opera el artista, y cómo construye una idea del cuerpo, su fuerza y potencia.
Una obra, múltiples voces
Esta exposición surge del propósito de la Universidad de acercar el museo y la academia, y es producto del encuentro de la Facultad de Artes y Diseño, la Facultad de Ciencias Sociales y el Departamento de Humanidades de la Tadeo.
Docentes y estudiantes de la Universidad, estuvieron a cargo de la cronología, el diseño y montaje de la exposición. “Es un trabajo que sólo podría haberse obtenido desde la academia, donde hubo un proceso investigativo, uno curatorial y otro de diseño”, afirma Carmen María Jaramillo, una de las curadoras de la exposición.
Luis Caballero fue consciente del efecto comunicativo y afectivo de sus obras, por lo que logró convocar los afectos de diferentes públicos. En su trabajo confluyeron como unidad la religión, el erotismo y la violencia. A Caballero le interesaba la ambigüedad precisamente por las diferentes lecturas que permite un mismo cuadro, para él, el placer y el dolor; la unión y la lucha, tienen la misma imagen y el mismo gesto.
El arte más allá de la obra
La obra de Caballero se ha sobredimensionado en el erotismo, pero este para el artista, hace parte del campo lleno de posibilidades expresivas que ofrece el desnudo. Más que en el erotismo, la carga de Caballero está puesta en la desnudez, que desde luego, no es la ausencia de ropa.
La exposición da una nueva mirada a la obra de Luis Caballero, entiende el proceso del trabajo del artista, enseña cómo trabajaba con sus modelos, a los cuales relacionaba con la historia del arte, “uno de los modelos tiene que ver con la crucifixión, otro con la piedad, y en general retoma con ellos la historia del arte, pero al mismo tiempo hay otros referentes, como un personaje que han fotografiado después de un acto violento, entonces podemos mirar cómo todas esas tensiones se reúnen y cómo la gente puede darle una nueva mirada a Caballero que no esté solamente enfocada al erotismo, que es algo fundamental y que está presente en la exposición, y que no es el único eje para admirar su obra”, puntualiza Carmen María.
Los elementos inmobiliarios que se exhiben, son mesas que Diseño Industrial creó específicamente para la exposición, mesas que son fácilmente almacenables y fácilmente ensamblables, pero con un cuidadoso lenguaje visual, muy en línea con el espíritu de la muestra que favorece el proceso al resultado final, mesas con el objetivo de mostrar las diferentes etapas y lo que estaba sucediendo en la vida del artista.
El cuerpo, su imagen persistente
La profesora Mariana Dicker del programa de Artes Plásticas, nos compartió que el archivo de Beatriz Caballero, “tiene muchas fotos en blanco y negro donde el artista pone unos modelos y él mismo los moldea con sus propias manos y los hace retorcerse y hacer una serie de figuras que obedecen a unos patos griegos y a imágenes que están referenciadas al renacimiento. En otras él mismo posa y hace un acto performático con su cuerpo, hace unos gestos muy exagerados, incluso teatrales y tiene otros donde registra en unos televisores de los más grandes, de los 90’s, le toma una foto polaroid a películas pornográficas, eso sí, lo que menos le interesa es el porno, lo que le interesa es lo que la foto registra y permite ver unos lugares de color muy oscuro, unas franjas negras que sobresaltan la figura del cuerpo humano y la fragmenta”.
Videos de la Exposición
Video aportado sobre La Imagen Persistente
Entrada actualizada el el 20 ago de 2014
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