Los 12 cuadros de gran formato que la componen son el resultado de su reinterpretación de los Desastres de la guerra y, específicamente, de los 47 grabados de este extraordinario conjunto que Goya dedicó a las atrocidades perpetradas durante la Guerra de Independencia. A la pintora madrileña -que con este proyecto ganó el concurso abierto por el Ayuntamiento de Móstoles para conmemorar con una muestra artística el bicentenario del Levantamiento popular del 2 de Mayo- le interesó el hecho de que Goya, en vez de limitarse a pintar la visión heroica de la guerra que le pidió el general Palafox, se dedicara a mostrar la crueldad de la misma y los estragos que causa entre la población civil. "Mi intención -explica la artista- es tanto rendir homenaje a la humanidad de Goya y a su singular sensibilidad hacia las victimas de los conflictos bélicos, como reiterar el mensaje implícito en...las imágenes sobrecogedoras de Los desastres de la guerra: la guerra es tan atroz que todos estamos obligados a hacer lo que esté a nuestro alcance para impedir que se desencadene otra vez. El único enemigo verdaderamente mortal es la guerra misma". La pintora aclara, además, que desde el punto de vista técnico no utilizó para pintar sus cuadros (de 195 x 130 centímetros) la imagen completa del grabado de Goya elegido en cada caso, sino las figuras o las partes del grabado que más le habían impactado. "En unos casos -añade- me he apropiado de los aspectos mas destacados del grabado, como hice con el grabado nº 30. En otros, de unos personajes secundarios, como hice con el grabado nº 26. Otras veces elegí sólo al elemento que le da fuerza y sentido al conjunto de la escena, como ocurre en el grabado nº 11, y en las siguientes, el grabado se agranda para potenciar aún más su dramatismo, como lo hice con el grabado nº 36. La imagen de la muerte está muy presente en todos los cuadros, en correspondencia con mi propósito de mostrar a la guerra como desastre" -concluye. Por su parte el critico de arte Fernando Castro Flórez ha escrito: "En el caso de Mareta Espinosa no se produce un citacionismo vacuo ni una deriva hacia el literalismo de la "propaganda" sino un deseo de reinscribir el dramático imaginario goyesco en un campo de color exaltado". Y ha añadido: "Mareta Espinosa ha sido capaz de proyectar sus vitales colores hasta la escena de lo terrible apenas soportable: esa visión goyesca de la muerte como aquello que nos circunda, eso que está demasiado cerca. El énfasis trágico y la exaltación pictórica ponen, una vez más ante la mirada, las paradojas de una vida brutal y acaso sin sentido".
Imágenes de la Exposición
Mareta Espinosa
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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