“El valle de las ánimas”.- Entre otras manías el artista visual Carlos Cons (1975) colecciona imágenes a manera de fetiches. Imágenes que la cultura popular les atribuye poderes decorativos y hasta sobrenaturales, estos pequeños y extraños horrores y bellezas ornamentales, trasponen ciertos umbrales... remiten al espectador a una cultura y a un pasado enigmático. La obra circula por ciertas rutas ancestrales que parecían borradas por la desmemoria. El arte, por fortuna, es todavía una acumulación de rituales.
Este afán ceremonial por vincularse con un pasado a través de los fetiches y de la cultura popular, esta apropiación de ancestros, tendría como finalidad la creación de nuevas mitologías para los tiempos del desastre y el olvido en un territorio que se confronta con las dulces pesadillas de su exótica modernidad.
Esta exposición puede considerarse como un recorrido porque mucho tiene de viaje legendario este imaginario. Como siguiendo una línea de puntos, el desplazamiento...lo marcan las distintas reliquias de un mundo pagano y espiritual, infantil y adulto al mismo tiempo... Son los fragmentos de un paisaje que es un hábitat de resistencia. Aquí el arte nos da la oportunidad de vivir en un tiempo y un lugar que, no por escenificar naufragio y extravío, dejan de representar una era dorada y proscrita.
Es la tensión oculta entre el bien y mal que habita en esta fantasiosa representación visual.
Fernando Lobo (Oaxaca, México) / Bruno Galindo (Madrid, España)
Entrada actualizada el el 24 nov de 2015
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