Sus obras nos demuestran que la determinación del valor estético en el arte no se debe limitar al procedimiento técnico sino a un acto mental, por lo que ser artista no solo significa ejercer una determinada profesión, sino ser libre y tener una percepción especial.

Analizando su trayectoria podemos descubrir una visión de la pintura y las demás artes como objeto de pensamiento y de emociones.

Resultan inabarcables las mezclas y experimentaciones que realiza combinando técnicas y materiales e incluso añadiendo 'objetos encontrados' descontextualizándolos y aportándoles otros significados. Es importante hacer referencia a los lenguajes que utiliza e interrelaciona, el pictórico y el escrito, siempre en un tono ácido y mordaz realiza preguntas o simplemente comenta, estimulando nuestra participación.

En las obras se nos desvela también ... su propia iconografía, que tal y como podemos ver desde sus inicios ha ido elaborando y consolidando, a base de personajes muy gráficos y esquemáticos dibujados a base de línea, por lo general siempre en negro sobre blanco o viceversa que suelen comportarse como elemento de ruptura o contraste para con las zonas más abstractas, expresivas e incluso dramáticas.

. Permite más libertad a la propia pintura dejándole discurrir a través de las obras a su antojo y permitiéndose dejarse llevar por ese azar para crear.

Se amontonan las manchas y todo aquello que sugieren contrastando con motivos cada vez más gráficos y en cierto modo reflejos de nuestra contemporaneidad.

Vierte e invierte a su antojo por ejemplo en la jerarquía de las artes al añadir a algunas de las obras fotografías, recortes, objetos, situándolas a la misma altura que los dibujos o los campos de color, todo ello para expresar algo determinado siempre con mucho humor e ironía utilizando metáforas e incluyéndonos de forma activa en su juego de interpretaciones y sugerencias.