Descripción de la Exposición
La sola mirada no basta para entrar en el espacio que estas piezas usurpan al vacío, así que concentremos en la visión impresiones de los cinco sentidos: a ello incitan las esculturas de Sonia Cardunets. Vibran en su gesto el son y el aroma, la palpación y el gusto. Seres que escuchan músicas remotas, centinelas de paisajes ausentes, abrazados al tacto de su propia materia absorta. Como la luz del amanecer recorre los objetos con un escalofrío previo al reconocimiento, así la mirada recrea estas figuras a partir de la sensorialidad que ellas mismas irradian, tras un instante de turbación, como si contempláramos lo ya tallado en nuestro recuerdo.
Sus referencias son las de un lirismo arcádico y carnal, que incorpora la metafísica con levedad, en perfiles y actitudes, sabio en su concepto del espacio como emoción, sensación e instinto. Su materialidad, en la que la anatomía íntima es el resultado de la pura superficie, capta profundamente al sujeto que las contempla, pues "lo más profundo que hay en el hombre es la piel" (Paul Valery), y el tiempo en el que permanecen es el tiempo sin aristas de nuestra más entrañable memoria".