Sobre el universo psicotrópico de personajes que Pelucas escupe allí por donde pasa se podría hablar durante horas, pero sintéticamente podríamos decir que sencillamente lo que ves es lo que es. Los protagonistas de su particular película, en apariencia sencillos y pueriles, reflejan un mundo interior procedente de las profundidades abisales de la consciencia, en lucha constante con la rutina asesina y camuflados tras destellos deslumbrantes de color negro fluorescente. Aquél que entra en contacto con el mundo esquizo-frenético que emana de las purulencias de Pelucas no se queda indiferente y, sin ninguna duda, los muros de las ciudades por donde pasa no vuelven a ser los mismos: ahora sonríen ante la cruda realidad.

Digno representante de la Galicia más surreal y del colectivo "Los niños especialitos" del que forma parte con su hermano gemelo Tiñas, Nano4814 y algún que otro artista igualmente bizarro, recopila una selección de su trabajo más ... reciente para su primera exposición en Madrid. Sus ruralismos pictóricos llegan a Subaquatica con el aire fresco del mar y con su equipo de pescar. Sus cebos: chustas de cigarros, condones usados, trujas-chimeneas, ladrillos derretidos… y, en sus propias palabras: "algún pequeño Gusiluz para los chocos… ¿Así pescaré otro rico rico cebo? Terapia de choque y viceversa que no pesco en el agua, me estreso y me paso al alquitrán, que me relaja más… lo único que me inquieta es su color… mucho miedo… ficticio o real… y de aquí a Portugal c! on el arte rural". Sobran los comentarios..