Se vuelve a hablar de sincretismo en el arte plástico, sobre todo desde la irrupción de las nuevas tecnologías, pero en realidad la tendencia va más allá de la incorporación de esas herramientas, porque son los propios artistas, los que cada vez más, recurren a diversas disciplinas para completar el producto artístico, tanto desde el planteamiento técnico de procedimiento como del objetivo conceptual.

En este sentido, Richi Donoso-Cortés toma para perfilar la apariencia de su nueva serie diferentes recursos, como son; la escultura, la instalación, la interacción, o el collage, para así dotar a su trabajo de un aspecto completo, a la vez que, dígase, de ensoñación lúdica.

Pero dicha envoltura desenfadada, también proyecta un guión tragicómico, pues a la vez que nos deja jugar con sus esferas, con cierta frivolidad, el contenido ... pormenorizado de las imágenes seleccionadas en forma de collage es embajada desgarrada. No siendo otros, que aquellos de Eros y Tánatos, los que vuelven de la rueda del tiempo y de la fortuna para perseguirnos hasta que invariablemente volvamos a caer en sus brazos, del mismo modo que el insecto se acerca a la luz de la habitación, o el destino del alma humana, sin remedio, se encarna en cuerpo lascivo.