La exposición que presenta Juan Carlos Román en Trayecto Galería propone una insospechada ruta por las temáticas y los discursos que han caracterizado al artista vasco durante los últimos veinte años. Juan Carlos Román es, tal y como reconoce la crítica, uno de los artistas que más ha hecho de la reflexión sobre el arte, el acto artístico, la recepción y el contexto del medio, el suyo natural de trabajo. Pero si la característica fundamental de este artista es la visualidad de un posicionamiento crítico frente a cuestiones como autoría, estructura artística, plusvalía y valor de la obra de arte expresadas a través del apropiacionismo y el simulacionsimo, temáticas que desarrolló desde mediados de los ochenta y durante la década de los noventa, en la presente década mantiene los instrumentos esenciales de su labor, es decir, un juicio extremadamente afilado y un uso sutil de ... la ironía, pero ahora desde la superposición de un simbolismo que se sumerge en las complejas imágenes de la pintura.

"La desvergüenza de los intrusos” surge como imagen propia de la simbología más hermética, allí donde las obras adquieren el estatus de pintura destilada. Cabe reseñar así mismo que –los títulos de las obras vienen a recordárnoslo– la comunicabilidad mayoritaria de cualquier obra de arte, no se ha de buscar sólo en el objeto, sino que también se ubica en la literatura y/o contextualidad que toda obra propone. Es así que los títulos en los trabajos de Román, pueden verse como una “bolsa” inter-narrativa donde las imágenes del imaginario textual e iconográfico se enredan hasta dejar que la imagen resultante emerja envuelta de pátina implosiva.