Exposición en Madrid, España

La danza de los colores

Dónde:
Sala Recoletos - Fundación MAPFRE / Paseo de Recoletos, 23 / Madrid, España
Cuándo:
06 oct de 2009 - 20 dic de 2009
Organizada por:
Descripción de la Exposición
Presenta un importante conjunto de dibujos del bailarín Vaslav Nijinsky, acompañados de obras coetáneas de Frantisek Kupka, Vladimir Baranov-Rossiné, Sonia Delaunay-Terk y Alexandra Exter.

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FUNDACION MAPFRE, en colaboración con la Kunsthalle de Hamburgo, presenta 'La danza de los colores. En torno a Nijinsky y la abstracción'. Se presenta un conjunto prácticamente desconocido de dibujos de Vaslav Nijinsky (1889-1950) en el contexto de la modernidad visual de su tiempo, participando de este modo en los actos que en todo el mundo conmemoran el centenario de la primera actuación de los Ballets Rusos en París.

 

Hace un siglo, el 19 de mayo de 1909, comenzó en París la campaña triunfal por Europa de la compañía de danza Ballets Rusos, dirigida por el empresario Sergéi Diaghilev. Nijinsky era el bailarín solista masculino más sobresaliente y la estrella ... de la compañía, y se convirtió, para la intelectualidad de la época, en una figura de culto. Muchos artistas destacados de su época, como Léon Bakst, Jean Cocteau o Georg Kolbe, hicieron del bailarín protagonista de sus creaciones.

 

Al igual que Nijinsky, los pintores Sonia Delaunay-Terk, Alexandra Exter, Vladímir Baranov-Rossiné y Franti?ek Kupka (formados en Odessa, San Petersburgo, Moscú y Praga) habían ido a París para hacer realidad sus ambiciones artísticas en la metrópoli más vanguardista de Occidente. Todos ellos compartían el interés por representar el movimiento del ser humano en el espacio. Para ello dirigieron su atención sobre todo a la dinámica, el ritmo y la vitalidad de la danza.

 

Sus pinturas muestran formas circulares giratorias, arcos, espirales y curvas de oscilación melódica. Las superficies de los cuadros están estructuradas por patrones dispuestos rítmicamente, y muchas de las obras se despliegan en secuencias de imágenes yuxtapuestas. Inspiradas por la música, reivindican absolutamente los colores puros, liberados de su función de representación. Partiendo de la figura humana, de la danza y del radio de movimiento del cuerpo y sus extremidades, cada uno de los artistas de la exposición llegó a la abstracción por un camino propio. Los principios fundamentales de la configuración de sus pinturas presentan profundas coincidencias formales con las coreografías modernas que Vaslav Nijinsky representó por primera vez en 1912.

 

La exposición comprende un total de 64 obras (pinturas, dibujos y una escultura), de entre ellas 21 dibujos de Nijinsky, en gran parte procedentes de la Fundación John Neumeier, y otras tantas obras del resto de artistas, procedentes de importantes museos y colecciones particulares de Praga, París, Hamburgo, Zúrich, Londres, Moscú, Lisboa y Nueva York. El catálogo de la exposición incluye reproducciones en color de todas las obras y nuevos artículos de investigación de renombrados especialistas.

 

 

 

VASLAV NIJINSKY (1889 - 1950)

 

Vaslav Nijinsky, nace en Kiev, hijo de bailarines de ascendencia polaca. Se traslada con su familia a San Petersburgo, donde Vaslav es admitido como alumno en la Academia Imperial de Ballet. Pronto sube al escenario para bailar junto a bailarinas consolidadas de los Ballets Imperiales. Es contratado por el Teatro Imperial. Nijinsky conoce a Sergéi Diaghilev, que se convierte en la figura determinante del desarrollo personal y profesional de Nijinsky, llevándole en 1909 a París. Los Ballets Rusos celebran con Nijinsky un éxito sensacional, convirtiéndose en figura de culto.

 

Como coreógrafo, Vaslav Nijinsky creó a partir de 1912 una serie de ballets propios, modernos y pioneros, como La siesta de un fauno, que conmocionaron al público y renovaron de manera fundamental las formas expresivas del ballet contemporáneo. Como muestra esta exposición, en el momento en que la danza pura se liberó de los principios del romanticismo que prevalecían en el ballet de acción, se convirtió en fuente de inspiración para la pintura abstracta de principios del siglo XX.

 

Además de su destacado papel como bailarín, Nijinsky creó en torno a 1918-1919, una vez terminada su carrera de bailarín, una serie de penetrantes dibujos en color, a lápiz y cera, sorprendentemente cercanos al arte moderno del París de su tiempo. Mediante círculos y elipses en color de dibujo sutil, el bailarín elabora unas láminas en las que el espacio y la vista se interrelacionan,y que condensan el ritmo y el color en una representación pintada de intensas emociones. En sus dibujos predomina el círculo. A cuadros netamente figurativos siguen series de representaciones abstractas, lineales, superficiales y en color. Con el transcurso del tiempo, en esas obras aparecen cada vez con más frecuencia rostros y ojos. Hacia finales de 1918 Nijinsky comienza a repintar con tinta las láminas abstractas, y surgen las series Máscara y Ojo. Flanqueados por las obras de intenso colorido de sus cuatro coetáneos, los dibujos de Nijinsky constituyen un punto fundamental de la exposición. Por el atrevimiento de su visión, su modernidad y su alto grado de abstracción, se hallan de manera fascinante muy cercanos de las pinturas, dibujos y esculturas de los otros pintores de la exposición.

 

FRANTI?EK KUPKA (1871 -1957)

 

Kupka, nacido en la Bohemia oriental, se traslada a París en 1896. Allí conoce a contemporáneos famosos y se mueve en el círculo de los Delaunay. En 1912 expone su pintura abstracta Amorpha, fuga en dos colores, que es objeto de violentas críticas sólo unos meses antes del estreno de La consagración de la primavera, compuesta por Stravinsky, que supone el ascenso absoluto de Nijinsky como bailarín. Ese mismo año, en una conferencia, Guillaume Apollinaire le caracteriza como 'orfista'. Kupka lleva una vida retirada, dedicado íntegramente a la pintura.

 

En 1923 se publica su manifiesto estético, redactado entre 1909 y 1914 y titulado La creación en las bellas artes. En 1931 entra en la asociación internacional de artistas no figurativos Abstraction-Création. En 1936, en calidad de pionero de la abstracción, está representado en la exposición Cubism and Abstract Art celebrada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

 

En Kupka encontramos un novedoso vocabulario formal que mostraba un profundo parentesco con las innovaciones decisivas de Nijinsky para la coreografía del ballet.

 

La música y la danza, esa expresión elemental arcaica del cuerpo humano, marcaron para él un camino que desemboca en la abstracción. Kupka traslada al lienzo el ritmo y los movimientos giratorios del cuerpo que danza, que en su aceleración se convierten en alocada confusión de superficies de color. En sus Estudios para «Alrededor de un punto» se encuentran cuerpos individuales que giran bajo el embrujo de la música y se convierten en patrones circulares. Las faldas de vuelo circular de las bailarinas, representadas a vista de pájaro, se han transformado en elementos circulares que parecen girar como planetas en torno al Sol. En estos cuadros el espectador pierde la escala del acontecimiento que representan. Apenas puede dilucidar si tiene ante sus ojos un sistema solar en rotación o bailarines vistos desde arriba.

 

SONIA DELAUNAY-TERK (1885-1979)

 

Sarah (Sonia) Stern, de origen ruso, llega a París en 1905, donde conoce a Robert Delaunay, con quien se casa en 1910. Los Delaunay congregan a su alrededor un gran círculo de amigos poetas, pintores y músicos, entre ellos los pintores Marc Chagall, Vladímir Baranov-Rossiné y Léopold Survage, así como el poeta Guillaume Apollinaire, quien en 1913 acuñará el término orfismo para la pintura de los Delaunay. En este círculo artístico abierto, en el que se integraban muchos artistas de origen ruso, sin duda se produjeron desde 1909 intensas controversias sobre las apariciones de Nijinsky con los Ballets Rusos, que causaron gran sensación.

 

Durante la I Guerra Mundial Robert y Sonia viven en Portugal. Cuando en 1917, con la Revolución Bolchevique, Sonia abre con éxito en Madrid una tienda donde presenta sus diseños de moda. En 1918, por encargo de Sergéi Diaghilev y Léonide Massine, realiza los decorados del Cleopatra y en 1928 del ballet Las cuatro estaciones.

 

Sonia participa activamente en la teoría de la pintura simultánea desarrollada por su marido Robert, que se basaba en un estudio aparecido en París en 1839, titulado Sobre la ley del contraste simultáneo de los colores, del químico Michel Eugène Chevreul. El gran afán artístico de Sonia fue extender la teoría de la coloración simultánea a todos los ámbitos de la configuración estética. Gracias a las posibilidades de combinación, los colores hacen surgir sobre la superficie de un cuadro un «movimiento perpetuo» y una «simultaneidad rítmica». De ese modo, sirviéndose de la combinación de los colores según la teoría cromática de Chevreul, define la danza de los colores en diferentes ritmos sobre la superficie de un cuadro. En Cantaor de flamenco los círculos que rondan las cabezas de los personajes muestran la fluidez de los límites entre la persona y el espacio. Además, el diseño de esta pintura se basa en un experimento técnico. Sirviéndose de cera, a la que aplican calor para obtener una superficie lisa de contornos suaves, Sonia logra exactamente el efecto descrito por Robert de relaciones espaciales fluidas.

 

El efecto del contraste simultáneo que Sonia crea sobre sus obras mediante la superficie de los colores y que destaca con especial intensidad en el tema de la danza, evocando también el cuerpo, el ritmo y la música es el que describe Max Imdahl: «El efecto conseguido es siempre que el cuadro parezca 'nuevo' cada vez [...] como algo que se recrea una y otra vez, es decir, como renovación permanente de lo idéntico».

 

VLADÍMIR BARANOV-ROSSINÉ (1888-1944)

 

Nacido en la actual Ucrania, comenzó su formación en 1902 en la Escuela de Arte de Odessa. Posiblemente fue la ópera de Odessa la que despertó su entusiasmo por la música y la que puso la primera piedra de su posterior interés por los fenómenos de la sinestesia. En 1910, igual que muchos de sus compatriotas, vive en París y emplea el pseudónimo de Daniel Rossiné.

 

Su convencimiento de la existencia de una relación entre las leyes y estructuras musicales y pictóricas -que compartió, por ejemplo, con Vasily Kandinsky y Alexander Skriabin- desembocó en su invención del piano ortofónico: al tocar las teclas de este instrumento se activa una proyección de luz que atraviesa una serie de discos de colores transparentes giratorios.

 

Tras algunos tanteos tempranos de estilo cubista, acabó por asumir el orfismo de Robert y Sonia Delaunay con quienes mantuvo amistad.

 

El ritmo se convierte en el tema central de sus pinturas y esculturas. Las figuras constituyen con frecuencia el centro del universo en sus obras. En Ninfas y centauros las fascinantes fantasías se inscriben en una ornamentación circular multicolor que las eleva a un orden superior. Con medios pictóricos, Baranov-Rossiné creó espacios completamente nuevos, repletos de palpitantes energías que abren dimensiones infinitas.

 

Lo que Baranov-Rossiné afirmó sobre su arte, en una carta dirigida a Robert y Sonia Delaunay, puede aplicarse también a Nijinsky: «Hago todo lo que quiero. Lucho simple y llanamente contra las contrariedades que se interponen en mi camino para realizar lo que quiero. [...] Para mí la pintura es la auténtica vida. Lo más importante es que lo que hago lo hago con amor, sólo así me gusta».

 

ALEXANDRA EXTER (1882-1949)

 

Tanto Vaslav Nijinsky como Alexandra Exter pertenecían al «París ruso» de la primera década del siglo XX y contribuyeron decisivamente a marcar la dinámica de la evolución del arte de aquellos años.

 

Exter fue una importante protagonista del cubofuturismo ruso. Desde 1916 realizó frecuentemente decorados para escenarios. Más allá de los límites entre géneros, a Nijinsky y Exter les unía un marcado sentido del ritmo y del movimiento; apreciaban la tonalidad de los colores puros contrastados, intensificada por el color negro.

 

Exter experimentó una evolución de su estilo más o menos escalonada en el tiempo. La ciudad construida y los estímulos visuales de la vida moderna en la gran ciudad fueron para Exter una fuente inagotable de inspiración estética. Sus cuadros de ciudades casi abstractos se construyen a partir de cascadas de colores que, más que precipitarse, parecen ascender, contraviniendo la ley de la gravedad. Como origen del festivo colorido y la agitación de la pintura de Exter se ha remitido al colorismo del arte popular ucraniano y del Barroco.

 

Algunos de sus cuadros de ciudades, en los que los círculos y segmentos circulares de colores evocan el encanto resplandeciente de la luz eléctrica durante la noche, se han puesto en relación con los experimentos orfísticos de su pareja de amigos artistas, Robert y Sonia Delaunay.

 

 

 
Imágenes de la Exposición
Vaslav Nijinsky, Arcos y segmentos líneas, 1918-19

Entrada actualizada el el 26 may de 2016

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